En una emotiva entrevista en Mar-a-Lago, Florida, Yehudit Raanan, el primer rehén liberado por Hamás, se reunió con Donald Trump el lunes para defender la causa de los rehenes que aún se encuentran retenidos en Gaza. Esta reunión se produce una semana después de la advertencia lanzada por el ex presidente en Truth Social, donde amenazó con “consecuencias infernales en Oriente Medio” si los rehenes no eran liberados antes de su toma de posesión.
“Confío en que usted hará todo lo que esté a su alcance para traer a los cien rehenes a casa”, dijo Raanan a Trump, ofreciéndole un dibujo que hizo antes de compartir su testimonio sobre su cautiverio en Gaza. Su mensaje fue claro: recuperar a los vivos para su rehabilitación y permitir que las familias entierren a sus muertos con dignidad en sus tierras.
Yehudit Raanan y su hija Natalie, ambos ciudadanos estadounidense-israelíes, fueron secuestrados el 7 de octubre durante un ataque a su casa en Nahal Oz. Su liberación, que se produjo el 20 de octubre, fue seguida de una llamada del presidente Biden pocos minutos después de su regreso a Israel. “El trabajo apenas ha comenzado, debemos traer a todos a casa inmediatamente”, respondió luego al presidente estadounidense. Este encuentro entre Raanan y Trump se produce en un tenso contexto diplomático, mientras se intensifican los esfuerzos para liberar a los rehenes restantes. El ultimátum lanzado por Trump en las redes sociales, calificado de “audaz” por algunos comentaristas por su clara distinción entre “los buenos y los malos”, ilustra la creciente presión sobre Hamás para que libere a los rehenes restantes.
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