El Ministerio de Defensa ruso afirmó haber conquistado la localidad de Poustynka, a unos diez kilómetros al sur de Pokrovsk, una ciudad importante para la logística del ejército ucraniano y por su mina de coque, un importante combustible para la industria siderúrgica.
Más al sur, también reivindicó la conquista del pueblo de Soukhi Yaly, al suroeste de Kourakhové, localidad situada cerca de un gran depósito de litio, un mineral raro.
Un avance significativo del ejército ruso
El ejército ucraniano, debilitado por la falta de hombres y de armas, lleva más de un año a la defensiva. Desde la caída, sus fuerzas se han ido retirando cada vez más rápidamente.
El ejército ruso avanzó a lo largo de 725 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano durante el mes de noviembre, su mayor ganancia territorial en un mes desde marzo de 2022 y las primeras semanas de su asalto a gran escala, según un análisis realizado el lunes por la AFP utilizando datos de la Instituto Americano para el Estudio de la Guerra (ISW).
Ya en octubre había avanzado 478 km2, el récord anterior.
Rusia, a pesar de las grandes pérdidas, ha hecho de la conquista de Donbass, en el este de Ucrania, su prioridad.
Apoyo occidental a una “paz justa” en 2025
Las dificultades del ejército ucraniano, por un lado, y las incertidumbres sobre la serenidad de la ayuda estadounidense a Kiev ante el inminente regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, han reavivado las especulaciones sobre posibles conversaciones de paz.
Ucrania, por su parte, pide un aumento del apoyo occidental para estar en una posición más favorable en caso de negociaciones y lograr una “paz justa” en 2025.
Rusia, que excluye cualquier concesión, exige la rendición del ejército ucraniano, que Kiev renuncie a su ambición de ingresar en la OTAN y acepte ceder cinco de sus regiones. Exigencias consideradas inaceptables por Kyiv y sus aliados occidentales.