Después del desastroso debate de Joe Biden contra Donald Trump, el campo demócrata presiona al presidente estadounidense para que sea “honesto” sobre su estado físico, y aumentan las preguntas sobre la responsabilidad de su guardia cercana.
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“Tenemos que ser honestos con nosotros mismos y decir que no fue sólo una noche horrible”, dijo el martes a CNN el representante de la Cámara de Representantes, Mike Quigley, demócrata de Illinois (norte).
“La gente quiere estar segura de que (…) el presidente y su equipo son honestos con nosotros sobre su condición” y que el debate del jueves “fue realmente una anomalía”, dijo el lunes el senador Sheldon Whitehouse en el canal local WPRI-TV.
Este demócrata del estado de Rhode Island (noreste) se dijo “horrorizado” por el enfrentamiento con el expresidente republicano, durante el cual Joe Biden se mostró muy confundido y, por momentos, completamente perdido.
Desde entonces, el presidente estadounidense no ha concedido ninguna entrevista en directo ni rueda de prensa, lo que le obligaría, como durante los 90 minutos que enfrentó a su rival republicano en la CNN, a hablar sin red y sin teleprompter.
El lunes, al final de un breve discurso sobre una decisión de la Corte Suprema, un periodista le preguntó si pensaba retirarse de la carrera por la Casa Blanca. El presidente estadounidense giró sobre sus talones y salió de la habitación sin responder.
“Tontos”
Surgen dudas sobre la responsabilidad del círculo íntimo del demócrata de 81 años, concretamente de algunos asesores de larga data como Ron Klain, Anita Dunn y Mike Donilon, y su esposa Jill Biden.
La actitud a veces casi arrogante del bando de Biden, que evoca una “brigada de cobardes” en respuesta a los llamamientos para retirar su candidatura, pone de los nervios a los demócratas.
Las encuestas luchan por decidir entre el presidente y su predecesor republicano. Al convocar un debate en junio, Joe Biden esperaba ganar finalmente impulso contra Donald Trump.
“Culpo al equipo de campaña por ignorar las preguntas que hace la gente”, dijo el senador Peter Welch. En una entrevista concedida al sitio Semafor, publicada el martes, este demócrata de Vermont (noreste) pide “afrontar la realidad”.
Artículos recientes, en particular de los sitios Axios y Politico, hablan de un presidente que sólo sería plenamente funcional entre las 10.00 y las 16.00 horas, y que sólo leería notas escritas de manera que se evitara cualquier molestia.
Desde su elección, el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos ha perdido sin lugar a dudas su facilidad oral y física.
Hasta ahora, la Casa Blanca siempre ha rechazado todas las preguntas sobre la agudeza intelectual de Joe Biden, a veces con marcada irritación.
“Rechazar”
Una investigación reciente del Wall Street Journal que informó sobre un “declive” del octogenario le valió al periódico una ola de críticas particularmente duras por parte de su equipo de comunicaciones.
Hace varios meses que el presidente estadounidense, que se ha caído varias veces en público, ya no utiliza la gran pasarela de su avión, prefiriendo una escalera más corta y estable.
Desde hace varias semanas, también se rodea de asesores para desplazarse desde la Casa Blanca hasta su helicóptero situado en el césped, lo que evita largas tomas de cámara de su andar muy rígido.
El presidente estadounidense, siempre propenso a las meteduras de pata, no ha dado una rueda de prensa larga desde enero de 2022 y ha reducido el número de intercambios improvisados con periodistas.
El demócrata pasa casi todos sus fines de semana en una de sus casas en Delaware, sin programa oficial.
Cuando Joe Biden visitó recientemente Francia, con motivo de las conmemoraciones del Desembarco Aliado de 1944, se dirigió directamente del aeropuerto a su hotel, donde permaneció encerrado durante un día entero, sin aparición pública alguna.
