Eurovisiones. El mercado del gas báltico-finlandés puede y debe descarbonizarse

Eurovisiones. El mercado del gas báltico-finlandés puede y debe descarbonizarse
Eurovisiones. El mercado del gas báltico-finlandés puede y debe descarbonizarse
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Existe un camino posible para descarbonizar los sectores del gas de los Estados bálticos y Finlandia para 2050 o antes. La elección es difícil: invertir ahora para remodelar el panorama energético o pagar altos costos ambientales y geopolíticos más adelante, escriben Gowtham Muthukumaran y Javad Keypour.

La Unión Europea se encuentra en una coyuntura crítica, enfrentando la doble crisis de las crecientes amenazas climáticas y la inestabilidad geopolítica.

Desde las consecuencias devastadoras del cambio climático hasta la reciente crisis energética provocada por la agresión rusa en Ucrania, las vulnerabilidades de la UE son evidentes.

El Pacto Verde Europeo, un compromiso asumido por todos los Estados miembros, requiere un rápido desacoplamiento del gas natural. Esto representa tanto un desafío importante como una oportunidad notable.

En la región Finlandia-Báltico, el consumo de gas natural varía, con tasas de uso del 3% en Finlandia, el 6% en Estonia, el 16% en Letonia y el 19% en Lituania. Aunque estos porcentajes puedan parecer modestos, el gas natural es esencial para la calefacción y otras funciones sociales esenciales.

La crisis energética de 2021, que provocó una alta volatilidad de los precios, puso de relieve los riesgos asociados a esta dependencia. Si bien los precios se han estabilizado, persisten los riesgos ambientales y geopolíticos, lo que pone de relieve la urgencia de la descarbonización.

Las políticas sin arrepentimientos son cruciales

Solo en 2023, la producción de gas natural de la UE generó 750 millones de toneladas de emisiones de CO2, lo que demuestra una vez más la necesidad de estrategias integrales de descarbonización.

Estas estrategias incluyen la sustitución del gas natural por hidrógeno renovable y biometano, así como medidas como la electrificación y la optimización energética. Estos cambios prometen un sistema de gas descarbonizado y resiliente para la UE, así como precios estables y un suministro confiable para los consumidores.

Un nuevo informe, “Vías de descarbonización del gas para Estonia”, describe cuatro caminos potenciales hacia la neutralidad de carbono para la zona de gas báltico-finlandesa para 2050: continuar con las políticas actuales, no lograr la neutralidad de carbono para 2050 (escenario statu quo), reemplazar el gas natural con hidrógeno renovable (escenario de hidrógeno renovable), reemplazar el gas natural con metano/biometano renovable (escenario de metano renovable), integrar hidrógeno renovable y metano para eliminar gradualmente el gas natural, equilibrar la descarbonización y la rentabilidad (escenario más mínimo).

El escenario de coste mínimo parece ser el más viable, ya que requerirá una inversión estimada en 9.010 millones de euros de aquí a 2050 para construir la infraestructura necesaria. Este enfoque tiene como objetivo reducir las importaciones de gas natural para 2040, fortaleciendo así la independencia y la seguridad energética. Aprovechar la infraestructura existente, como la terminal de GNL de Klaipeda, puede satisfacer la demanda de manera eficiente, reduciendo la necesidad de nuevos proyectos costosos.

Este escenario enfatiza el despliegue de biometano y el establecimiento de objetivos estrictos de reducción de emisiones, consistentes con objetivos ambientales más amplios. Las emisiones de CO2 proyectadas en todos los países participantes caerían a menos de 0,2 millones de toneladas para 2030, allanando el camino para un mercado regional de gas neutral en carbono.

Las políticas sin arrepentimientos son clave para aumentar la producción de biometano y ampliar la capacidad de hidrógeno renovable, ya que brindan beneficios independientemente de las condiciones futuras.

Con el respaldo de la generación de electricidad renovable, es esencial realizar la transición de la infraestructura de gas natural existente para dar cabida al gas nuevo mediante modernizaciones y reutilización. Combinadas con una mayor electrificación y una mayor eficiencia energética, estas medidas forman la columna vertebral de un futuro sistema energético resiliente.

Lograr una integración perfecta del mercado del gas requiere un fuerte compromiso político y cooperación entre los Estados bálticos.

La integración parcial de Lituania en la región Báltico-Finlandia ilustra los desafíos de lograr un mercado unificado. Cerrar estas brechas de integración es fundamental para maximizar la eficacia operativa regional.

Adapta lo que tienes

Una transición energética exitosa también requiere una coordinación integral entre los sectores del gas y la electricidad. Esto incluye alinear el desarrollo de infraestructura de energía renovable con mejoras en la infraestructura de gas.

Es necesario adaptar las instalaciones actuales, como el almacenamiento subterráneo de gas de Letonia, para manejar nuevos gases y períodos de alta demanda. Una reevaluación integral de los planes de desarrollo de la red de gas garantiza la viabilidad del suministro de gas a áreas más pequeñas y remotas.

La inversión necesaria para descarbonizar el sector del gas, aunque sustancial, se justifica por los beneficios ambientales y económicos a largo plazo.

El estudio revela que los costes medios de producción del biometano, que se espera que sea el combustible dominante en 2050, serán significativamente más bajos que los precios del gas natural, es decir, 52,5 €/MWh frente a 96 €/MWh.

La transición promete una mayor producción económica, creación de empleo, reducción de los costos energéticos a largo plazo y una menor dependencia de los combustibles importados.

Los costos de la demora son enormes, no sólo en términos económicos sino también en términos de vidas humanas y degradación ambiental.

El año 2023, el más caluroso jamás registrado, estuvo marcado por temperaturas extremas sin precedentes y tormentas “que ocurren una vez en un siglo”, que provocaron sequías generalizadas, enfermedades y conflictos por los recursos. Estas adversidades han afectado más a las comunidades más vulnerables, exacerbando las desigualdades existentes y amenazando los medios de vida.

Hay una oportunidad de transformación que debemos aprovechar

El mercado común del gas entre los Estados bálticos y Finlandia ofrece una oportunidad transformadora para reducir la demanda total de gas y las necesidades de importación, mitigando así los riesgos geopolíticos regionales.

Al avanzar en esta transición, no solo respondemos a las amenazas ambientales inmediatas, sino que también nos alineamos con los objetivos ambientales más amplios de la UE, sentando un precedente para las prácticas energéticas sostenibles.

Es hora de actuar. Tenemos una oportunidad única de asegurar un futuro energético sostenible y equitativo para la región del Báltico y Finlandia y más allá. Demorar sólo aumenta los riesgos y los costos, mientras que una acción rápida promete un futuro resiliente y próspero.

Los formuladores de políticas deben aprovechar esta oportunidad para avanzar hacia un panorama energético más limpio y verde.

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