Ya está: 331 diputados votaron a favor de la moción de censura contra el gobierno de Michel Barnier, este miércoles 4 de diciembre de 2024. El Primer Ministro debe ahora presentar su dimisión al Presidente de la República.
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Nombrado hace sólo tres meses, el 5 de septiembre, Michel Barnier se convirtió en el jefe de gobierno más efímero del Vmi República. Durante estos 90 días se hicieron muchos anuncios. Pero, en la práctica, se pudieron adoptar muy pocas medidas. Entonces, ¿qué podemos aprender de este gobierno de Barnier?
Pocas medidas implementadas en tres meses
La mayor parte del debate político en el Parlamento se centró en las votaciones presupuestarias, por lo que el gobierno tuvo pocas oportunidades de legislar durante estas pocas semanas.
Sin embargo, podemos señalar el aumento adelantado del salario mínimo, anunciado durante el discurso de política general de Michel Barnier. El aumento del 2% en el salario mínimo, previsto para el 1es enero, entró en vigor el 1es noviembre, pasando de 1.399 € netos en octubre a 1.426 €.
Otro anuncio hecho durante el discurso de octubre: el abandono de la controvertida reforma constitucional en Nueva Caledonia, que pretendía ampliar el electorado.
El texto provocó fuertes protestas en el territorio. Los separatistas acusaron al Estado de querer minimizar al pueblo indígena canaco. Ante la movilización, Emmanuel Macron suspendió la reforma en junio.
Seguridad, enfado de los agricultores… Anuncios que quedan pendientes
¿Qué pasa ahora con “grandes proyectos” anunciado por Michel Barnier durante su discurso de política general?
En cuanto al presupuesto y la reducción de la deuda, una prioridad del Primer Ministro pero que cristalizó las tensiones y provocó la moción de censura, cuesta ver cómo el texto que preveía reducir drásticamente el gasto y reducir el déficit al 5% en 2025, será asumido tal como está por el futuro gobierno.
En materia de seguridad, los anuncios se han multiplicado. En particular, con un gran plan de lucha contra el tráfico de drogas, apoyado por los ministros del Interior, Bruno Retailleau, y del juez Didier Migaud. Este último quería un “verdadera fiscalía nacional” y preveía el procesamiento de delitos cometidos en pandillas organizados por tribunales especiales de lo penal. Bruno Retailleau mencionó nuevos medios para mejorar las técnicas de investigación, inspirándose en las utilizadas contra el terrorismo.
Pero con la moción de censura y la caída del gobierno, la incertidumbre es total: es imposible saber por el momento si estas medidas estarán en el programa del futuro gobierno.
Lo mismo para lo que se había previsto en materia de lucha contra la violencia contra las mujeres –aumento del presupuesto dedicado a la ayuda universal de emergencia, reembolso de los kits de detección de envío de sustancias químicas– o para la nueva ley de inmigración, que debía ser presentada en 2025.
Esto también desdibuja las promesas hechas a los agricultores destinadas a calmar la ira y poner fin a las movilizaciones que se han celebrado en toda Francia en los últimos días.
No todo esta bloqueado
Si reina la confusión, una cosa es segura: no habrá” cerrar » al estilo americano, y no es probable que Francia se quede sin presupuesto para 2025. Independientemente de que Emmanuel Macron nombre rápidamente un nuevo Primer Ministro o no, de hecho existen procedimientos de emergencia que garantizarán al menos la actualidad.