El secretario general de la OTAN demostró la voluntad de la alianza de reforzar su arsenal contra las acciones hostiles llevadas a cabo por Moscú y Pekín, en particular pidiendo inteligencia artificial para controlar mejor las actividades marítimas.
Mark Rutte, 3 de diciembre de 2024, en Bruselas (AFP/JOHN THYS)
Los países de la OTAN, cada vez más preocupados por los ataques híbridos perpetrados por Rusia o China en su territorio, decidieron el miércoles 4 de diciembre nuevas medidas para responder de forma eficaz.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, reunidos el martes y el miércoles en Bruselas, prometieron la aplicación de una nueva estrategia frente a una “campaña de acciones hostiles de Rusia que se intensifica”, según el secretario general de la Alianza Mark Rutte.
“Lo que vemos es que Rusia y China intentan desestabilizar a las naciones de la OTAN mediante actos de sabotaje o delitos cibernéticos”, dijo en una conferencia de prensa al término de esta reunión.
En Europa se han producido al menos 500 incidentes cuestionables en los últimos meses, y “casi un centenar de ellos podrían atribuirse a Rusia: ataques híbridos, sabotajes, espionaje u operaciones de influencia”,
“, aseguró el miércoles el ministro checo de Asuntos Exteriores, Jan Lipavsky.
Por ejemplo, a mediados de noviembre se cortaron dos cables submarinos de telecomunicaciones en el mar Báltico, en aguas territoriales suecas. Las sospechas se centraron rápidamente en un barco chino, el Yi Peng 3, que según sitios de vigilancia del tráfico marítimo pasó por encima de los cables cuando fueron cortados.
Zonas grises
Ante este recrudecimiento, la OTAN quiere reforzar su arsenal. “Examinaremos formas de compartir mejor los datos recopilados por nuestros servicios de inteligencia, pero también para garantizar que seamos capaces de proteger nuestras infraestructuras estratégicas”, dijo el Sr. Rutte.
La OTAN también quiere hacer un mayor uso de la inteligencia artificial para identificar mejor las amenazas, particularmente en el mar, explicó un funcionario de la OTAN, bajo condición de anonimato. En estos momentos hay alrededor de 50.000 barcos en el mar en Europa y sin herramientas de inteligencia artificial es imposible rastrearlos a todos, explicó.
Frente a estos ataques híbridos y poco convencionales, las represalias no siempre son fáciles de implementar. En primer lugar está el problema de la atribución: ¿a quién podemos culpar con certeza?
Entonces debemos tomar medidas, pero como nos recordó el miércoles la ministra finlandesa de Asuntos Exteriores, Elina Valtonen, la “respuesta no puede ser simétrica porque no podemos llevar a cabo actos de sabotaje nosotros mismos”.