Es la segunda ciudad más grande del país. Alepo fue tomada el pasado sábado por los rebeldes sirios y los yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham (HTS). Ahora avanzan hacia la ciudad de Hama, devorando un gran territorio. Una victoria decisiva en el curso de la guerra en Siria. Por parte de Damasco, la derrota es aplastante y particularmente preocupante en vista de la situación regional e internacional. Sus mayores aliados, Rusia e Irán, están mirando hacia otra parte. Y sin su apoyo, el ejército sirio se encuentra en grandes dificultades sobre el terreno.
Desde el 7 de octubre de 2023, las cartas se han barajado en Oriente Medio. “Al igual que el 11 de septiembre o la Primavera Árabe”, el gran ataque terrorista perpetrado por Hamás en Israel ha supuesto un punto de inflexión en la región, que ha experimentado una “reconfiguración, una recomposición”, estima Adel Bakawan, investigador asociado en Turquía/Oriente Medio. Programa del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (Ifri). “El contexto regional jugó un papel fundamental en la situación actual en Siria”, afirma el también director del Centro Francés de Investigación sobre Irak (CFRI). Según el investigador, los dos grupos, HTS y los rebeldes del Ejército Sirio Libre, se han aprovechado de la agitación que sacude la región desde hace poco más de un año.
Los iraníes, objetivos de Israel
De hecho, desde el 8 de octubre de 2023, Israel lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza, pero también contra los aliados iraníes del régimen de Damasco. Los ataques tuvieron como objetivo las bases militares de la Guardia Revolucionaria en Siria, incluidas sus instalaciones diplomáticas. El 1 de abril de 2024, Israel bombardeó el edificio del consulado iraní en Damasco, matando a 16 personas, incluido el comandante en jefe de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
El otro actor cercano a Irán que trabajó por la supervivencia del régimen de Bashar al-Assad es Hezbolá. “El grupo armado, el actor más poderoso implicado en Siria, está estructuralmente sobre el terreno desde hace varios meses”, subraya Adel Bakawan, añadiendo que “todos los principales dirigentes han sido diezmados”. Según los expertos citados por Radio Francia, entre el 60% y el 80% de su arsenal de misiles de medio y largo alcance ha sido destruido. Resultado: “Hezbolá se retiró del terreno sirio y ahora lucha por su supervivencia en el Líbano”, apoya el investigador.
Por último, las milicias iraníes, que también apoyan al ejército sirio, “ya no pueden ir a Siria, aunque en el discurso siempre propongan la defensa del eje de resistencia”, continúa nuestro experto.
Rusia comprometida con Ucrania y el Sahel
El otro gigante que permitió a Bashar al-Assad sofocar la rebelión y permanecer a la cabeza de una Siria en ruinas y fragmentada es Rusia. Pero también para el Kremlin la prioridad reside en otros motivos. Moscú busca establecerse en el Sahel como aliado de los regímenes golpistas que han expulsado a las fuerzas francesas. Pero, sobre todo, declaró la guerra el 24 de febrero de 2022 en Kiev y “tuvo que retirar muchos hombres y equipos a Ucrania”, añade Pieter Van Ostaeyen, historiador, analista del conflicto sirio y autor del libro. De las Cruzadas al Califato (Pelckmans).
De hecho, Vladimir Putin mantiene su rumbo en Ucrania e intenta maximizar los avances sobre el terreno antes de que Donald Trump llegue a la Casa Blanca “para no desestabilizar las buenas relaciones que mantiene con el presidente electo estadounidense”, analiza Adel Bakawan. Si Moscú ha lanzado algunos ataques aéreos en la provincia de Idlib y en la vecina provincia de Alepo para ayudar a su aliado sirio, en respuesta a los avances rebeldes, Rusia ya no compromete las mismas capacidades. Los de 2014 y 2015, cuando su fuerza aérea redujo a cenizas la región.
“Una caída del régimen [syrien] no está excluido »
Bashar al-Assad insistió el domingo en la importancia del “apoyo de los aliados” para “hacer frente a los ataques terroristas”. Y por parte de Irán y Rusia, en los discursos no se habla de dejarse llevar. El presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo iraní Massoud Pezeshkian afirmaron su apoyo “incondicional”. China también intervino y prometió apoyar al régimen sirio en “sus esfuerzos por preservar la estabilidad”.
En realidad, sin embargo, no ocurre gran cosa, observa Adel Bakawan. Los expertos dudan de que pronto se pueda establecer junto con Damasco el mismo nivel de compromiso que en el pasado. Sin embargo, “sin el apoyo de Irán y Rusia, no se excluye una caída del régimen”, afirma el investigador, que se muestra, sin embargo, cauteloso porque “la situación regional es extremadamente fluida”. El presidente “Assad probablemente no tiene los recursos necesarios para retomar Alepo”, confirmó a la AFP Tammy Palacios, del instituto New Lines.
Nuestro dossier sobre la situación en Oriente Medio
Otro Estado, que últimamente se muestra discreto, se frota las manos. Si rechaza cualquier interferencia en los últimos avances rebeldes en Siria, Turquía podría beneficiarse de un Bashar al-Assad muy debilitado. Estos últimos podrían verse así obligados a sentarse a la mesa de negociaciones, en particular para discutir el norte de Siria, donde tienen su base los enemigos kurdos de Recep Tayyip Erdogan. El presidente turco esperaba el lunes “el fin de la inestabilidad en Siria que dura trece años” gracias a una solución “conforme a las exigencias de los sirios”.