En el mundo del tenis, donde las emociones a menudo son intensas y los reflectores pueden ser implacables, Ivan Lendl se ha alzado para defender a su compañero tenista Pete Sampras contra un escrutinio injusto. A pesar de sus impresionantes 14 títulos de Grand Slam durante una carrera excepcional, Sampras ha sido a menudo blanco de críticas por su comportamiento, tanto dentro como fuera de la cancha.
Singularmente tranquilo y sereno, el comportamiento de Sampras contrastaba marcadamente con los estilos exuberantes de sus contemporáneos como Jimmy Connors, John McEnroe y Andre Agassi, quienes no dudaban en hacer alarde de sus extravagantes personalidades. Esta tranquilidad ha llevado, en ocasiones, a que Sampras sea considerado aburrido o aburrido.
Furioso, McEnroe afirmó una vez que la “personalidad” de Sampras no le permitiría ganar ningún premio y creyó que sería beneficioso para el tenis si mostrara más fervor.
Sin embargo, Lendl, acostumbrado a las duras críticas de los deportistas, calificó estos comentarios de “repugnantes”. En una reveladora entrevista de 1994 con deportes ilustradosLendl expresó su frustración por la presión injusta ejercida sobre Sampras y lamentó que un jugador no deba ser juzgado por su comportamiento educado y con los pies en la tierra. “Es repugnante que alguien que es sencillo, educado, se porta bien, es razonablemente inteligente y viste ropa bonita casi tenga que disculparse por ser quien es”, dijo enfáticamente Lendl.
El propio Sampras enfrentó una avalancha de comentarios despectivos, expresando abiertamente su enfado por la etiqueta de “aburrida”. en el show DeportesSiglo de ESPN, reflexionó: “Que me critiquen por ser aburrido, eso realmente me cabreó. No lo entiendo. ¿Qué quieren estas personas? ¿Quieren que alguien actúe como un imbécil? Podría haber sido un idiota y recibir una Mucha más atención, pero eso no es lo que soy.”
Las críticas de McEnroe no le cayeron bien a Sampras, quien en una entrevista de 2000 con As de tenisrechazó la idea de que debería cambiar su personalidad para darle vida a las cosas. “Que alguien me diga que debería actuar de otra manera es un montón de tonterías”, replicó, enfatizando lo absurdo de sugerir que uno debería abandonar su verdadero yo.
Además, Sampras no se arrepiente de su actitud dentro y fuera de la cancha, diciendo: “No me disculpo por la forma en que juego o por lo que represento. No me avergüenzo de saber que los niños me ven jugar y tal vez incluso me toman señales de ello y creo que mi propia manera tranquila me ha llevado a lugares que nunca soñé alcanzar. También estableció un contraste con McEnroe, sugiriendo que si bien se esforzaba por evitar la controversia, McEnroe a menudo se deleitaba con ella. Esta diferencia fundamental ha dado lugar frecuentemente a malentendidos entre las dos leyendas del tenis.