El enfrentamiento del jueves por la noche en Atlanta pareció reforzar las preocupaciones profundamente arraigadas de los estadounidenses sobre los dos hombres, frente a quizás la mayor audiencia que reunirán antes de la votación de noviembre.
Los comentarios vacilantes de Biden, especialmente en la primera parte del debate, alimentaron la preocupación entre los miembros de su propio partido de que, a sus 81 años, tal vez no esté listo para liderar el país hasta dentro de cuatro años. Es más, los ataques y mentiras políticas de Trump han recordado a los estadounidenses las turbulencias diarias de su presidencia.
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Biden fue recibido el viernes por la mañana temprano en Raleigh, Carolina del Norte, por una multitud de seguidores invitados por su equipo para ver cómo el “Air Force One” lo traía de regreso del debate en Georgia. El presidente hizo a un lado las preocupaciones de algunos demócratas que quieren que renuncie y dijo que “es difícil debatir con un mentiroso”.
El demócrata iba a realizar lo que su equipo presentó como el mitin más grande de su campaña de reelección hasta el momento, en Carolina del Norte, el estado donde Trump ganó por el margen más estrecho en 2020. Luego, Biden viajará a Nueva York para un fin de semana de recaudación de fondos de alto perfil.
La vicepresidenta Kamala Harris, a quien el equipo de Biden envió al campo para defender su actuación, tenía previsto viajar a Las Vegas, Nevada. Horas después del debate, dijo a CNN: “Fue un comienzo lento, pero un final fuerte”.
Biden y sus aliados buscan dejar de lado las preocupaciones sobre su desempeño el jueves para concentrarse en elegir votantes en noviembre.
Se aprovecharon de los equívocos de Trump sobre si aceptaría el resultado de las elecciones esta vez, su negativa a condenar a los alborotadores que irrumpieron en el Capitolio el 6 de enero de 2021, intentando revertir su derrota de 2020 ante Biden, y su apoyo a la invalidación por parte de la Corte Suprema de Roe v. Wade, quien legalizó el aborto en todo el país en 1973.
Los comentarios de Trump, insistió el equipo de Biden, no están en sintonía con lo que piensa la mayoría de los votantes estadounidenses y servirán de material para los anuncios que verán antes del día de las elecciones.
Preocupaciones persistentes
Pero los comentarios de Trump hicieron poco para disipar las preocupaciones entre los miembros del Partido Demócrata sobre la aptitud de Biden.
El representante Tom Souzzi, demócrata de un distrito indeciso del estado de Nueva York, dijo: “A todos nos hubiera gustado un mejor desempeño del presidente, pero pase lo que pase, voy a luchar por mi distrito”. Cuando se le preguntó si pensaba que Biden debería tirar la toalla, respondió: “Eso está más allá de mi nivel”.
El representante Pete Aguilar, tercero en la jerarquía demócrata de la Cámara, fue conciso cuando los periodistas le preguntaron si Biden debería dimitir. “Joe Biden es el candidato demócrata a la presidencia”, declaró finalmente tras ser seguido durante varios minutos por los periodistas.
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, una demócrata mencionada frecuentemente como candidata para 2028, y cuyo nombre a menudo aparece para reemplazar a Biden si este renunciara, emitió un comunicado el viernes en su apoyo.
“La diferencia entre la visión de Joe Biden de garantizar que todos en Estados Unidos tengan una oportunidad justa y los planes peligrosos y egoístas de Donald Trump sólo se volverá más pronunciada a medida que nos acerquemos a noviembre”, afirmó.
El gobernador de California, Gavin Newsom, también desestimó las preguntas sobre si consideraría reemplazar a Biden y dijo a los periodistas después del debate: “Nunca le daré la espalda”.
Según las reglas actuales del Partido Demócrata, sería difícil, si no imposible, reemplazar a Biden como candidato del partido sin su consentimiento o sin que los funcionarios del partido estuvieran dispuestos a reescribir las reglas en la convención nacional de agosto.
Mientras tanto, Trump visitó su club de golf en Virginia, un antiguo campo de batalla entre los dos partidos que se ha inclinado hacia los demócratas en los últimos años, pero que, según sus asesores, podría volver a inclinarse hacia los republicanos en noviembre. Estaba previsto que Trump celebrara un mitin en Chesapeake el viernes por la tarde.
