Cinco años después del devastador incendio de la catedral de Notre-Dame de París, el origen del incendio sigue siendo opaco. Aunque los trabajos de restauración han devuelto al edificio su antiguo esplendor, la investigación judicial aún no ha llegado a una conclusión definitiva. Si bien la vía accidental parece favorecida, quedan algunas zonas grises y los expertos continúan examinando todas las hipótesis. La Justicia, mientras continúa sus investigaciones, deberá responder a esta pregunta crucial: ¿Por qué se quemó la joya de París?
En la investigación, iniciada en las primeras horas del incendio, participaron cientos de personas, desde la brigada criminal hasta peritos especializados. Todos examinaron cada detalle, inspeccionaron los escombros, analizaron miles de muestras. A pesar de este intenso y minucioso trabajo, los investigadores no pudieron identificar ningún elemento concreto que les permitiera concluir que existía una causa criminal. “ Nada indica un acto voluntario. », declaró, en 2019, el fiscal Rémy Heitz. Sin embargo, la pregunta sigue abierta: en caso de accidente, ¿cuál es el desencadenante?
Una reconstrucción digital para desentrañar el misterio
Hasta la fecha, el origen exacto del incendio se ha localizado en el ático de la catedral, a la altura de la aguja dibujada por Viollet-le-Duc. Pero las causas siguen sin estar claras. No se encontraron colillas mal apagadas ni rastros de cortocircuitos. Para comprender mejor las circunstancias de la tragedia, se está realizando un modelado 3D. Este trabajo debería permitir comparar las diferentes hipótesis y comprender mejor las condiciones que llevaron a la conflagración.
Si bien la hipótesis de un accidente parece cada vez más probable, los investigadores no descuidan la posibilidad de varias causas. Esto podría implicar la responsabilidad civil de diferentes actores: trabajadores, técnicos de mantenimiento o agentes de mantenimiento. Aunque la falta de pruebas impide actualmente cualquier acusación, la cuestión de la responsabilidad civil podría resurgir, con la posibilidad de fuertes indemnizaciones para los responsables..
La obra de Notre-Dame: entre disfunciones y errores humanos
Además del incendio en sí, durante la investigación se descubrieron varios fallos de funcionamiento. La gestión del sitio mostró fallas, particularmente en lo que respecta a los sistemas de seguridad. Una primera alarma no detectó el inicio del incendio y una segunda alerta, activada demasiado tarde, no permitió una intervención lo suficientemente rápida. Sin duda, este retraso agravó la magnitud de los daños..
Cinco años después de la tragedia de Notre-Dame, la investigación sigue suspendida entre hipótesis e incertidumbres. Si ninguna prueba formal ha permitido atribuir la catástrofe a un acto delictivo, al final del procedimiento podrían surgir responsabilidades civiles. Mientras tanto, todos los franceses siguen atentos a la reapertura del monumento, prevista para el 8 de diciembre.
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