China sigue compitiendo con Estados Unidos en la conquista del espacio. El país lanzó recientemente dos satélites autónomos que no requieren supervisión desde la Tierra, una novedad según el Reino Medio.
Si Estados Unidos se ha consolidado desde hace tiempo como líder en el ámbito espacial, en particular gracias a agencias de renombre como la NASA y SpaceX, China se perfila como un gran competidor. Según los medios estatales, el país lanzó dos satélites utilizando inteligencia artificial desde la base de Jiuquan, en el noroeste del país.
movimientos calculados al micrómetro
De hecho, estos satélites, creados por la Academia de Tecnología de Vuelos Espaciales (SAST) de Shanghai, no requieren intervención humana a diferencia de otros que requieren supervisión desde la Tierra para cada maniobra. Podían mantener su posición con una precisión de 100 metros y coordinar sus movimientos al micrómetro más cercano. China presenta así una importante innovación en el sector.
Los dos satélites, denominados Gaojing-2 03 y Gaojing-2 04, integran una red de satélites ópticos. Así, equipados con radares de apertura sintética (SAR), Gaojing-2 03 y Gaojing-2 04 permitirán a China observar la Tierra en cualquier momento y recopilar datos extremadamente valiosos. Los sensores ópticos de los satélites también utilizarían pulsos eléctricos hacia la Tierra para crear imágenes detalladas.
Entre otras cosas, estas imágenes pueden utilizarse para controlar los recursos naturales (agua, bosques, etc.), las catástrofes naturales, la gestión de las infraestructuras urbanas, pero también ayudarán en la vigilancia militar.
competir con la constelación spacex
Según el South China Morning Post, China busca competir con la constelación de satélites de SpaceX y planea desplegar 13.000 satélites en total.
En los últimos años, el país se ha distinguido por numerosos logros técnicos, en particular logrando convertirse en el primer país en traer muestras de la cara oculta de la Luna el pasado mes de junio.
En 2021, China también lanzó su propia estación espacial, Tiangong, que se espera que permanezca en órbita durante al menos diez años más. De aquí a 2035, el país, cuyo objetivo sigue siendo la conquista de la Luna, pretende construir allí una base internacional de investigación científica.