La inflación vuelve a caer. Revisado al alza en mayo hasta el 2,3%, el aumento de los precios al consumo cayó hasta el 2,1% interanual en junio, según las cifras provisionales publicadas este viernes por la mañana por el INSEE. En detalle, los precios de los alimentos continúan desacelerándose (+0,8% en un año). Los de bienes manufacturados son inmóviles. El mayor aumento se refiere a la energía, cuyos precios aumentaron un 4,8% este mes. Por su parte, los servicios mostraron un incremento del 2,8% interanual al igual que el mes anterior. Medida según el índice IPCA europeo armonizado, la inflación alcanzó el 2,5% en junio en un año.
La buena noticia es que de un mes a otro los precios apenas varían (+0,1% en junio). Por lo tanto, la caída ha continuado desde el máximo del 6,3% en febrero de 2023. Es incluso significativamente más rápida de lo que predijo el INSEE el pasado mes de marzo. En su informe económico, el instituto de estadística esperaba que la inflación se situara en torno al 2,6% a finales del primer semestre de 2024.
El consumo va en aumento
Por tanto, la batalla contra la inflación está a punto de ganarse. ¿Deberíamos ver el efecto de las primeras ganancias en el poder adquisitivo cuando los salarios ahora aumentan más rápidamente que las etiquetas? En cualquier caso, el consumo de los hogares repuntó un 1,5% en mayo, tras caer un 0,9% en abril. En particular, el gasto en alimentación aumentó un 2,4% al igual que el destinado a energía (+3,9%). Por el contrario, las compras de bienes manufacturados disminuyeron ligeramente.
Sin embargo, la posible llegada de una nueva mayoría gubernamental tras la disolución anunciada la tarde del 9 de junio podría influir en la trayectoria de la inflación en los próximos meses. Para Philippe Waechter, los programas de los dos bloques de la oposición podrían conducir a un pequeño aumento de la inflación porque se basan en un shock de demanda, lo que provocará tensiones en la producción y en los salarios, predice.
