El hombre murió en una clínica de Bouches-du-Rhône.
El fallecido tenía un cuchillo de 33 centímetros clavado en el pecho, pero el médico que observó la muerte en Bocas del Ródano no se dio cuenta y no eliminó ningún obstáculo médico-legal. Según él, se trató de un suicidio, ya que cerca del lugar de la tragedia se descubrió un cúter. El hombre se encontraba entonces internado en una clínica de reposo en Aubagne.
Por tanto, el fallecido, un hombre de Gardois de 54 años, fue repatriado a su familia para ser enterrado. Allí, el director de la funeraria hizo un descubrimiento sorprendente durante el proceso funerario: el hombre tenía un cuchillo clavado en el cuerpo, revela Objectif Gard. ¡Un cuchillo de 33 cm de largo! El arma blanca estaba completamente enterrada en el tórax hasta el final del mango y no era visible.
Se abrió una investigación y se solicitó una autopsia para determinar las causas de la muerte, indicó el fiscal de Alès, quien plantea, con nuestros colegas, “un asunto más que sorprendente que merece ser aclarado”.
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