“En venta, ya no es útil – El arrendamiento se transferirá – Ahorro: 1.100 millones de euros”
El acceso a la puerta de entrada del Inrae no quedó completamente bloqueado la mañana de este jueves, existiendo un hueco entre el muro de bloques de hormigón y la entrada al edificio. En una etiqueta de color naranja, en la pared de unos dos metros de altura, se puede leer “INRA escrolos”, mientras que en un cartel se lee: “En venta, ya no sirve – Arrendamiento a transferir – Ahorro realizado: 1,1 mil millones de euros”.
Ni tractores ni máquinas: agricultores de todas las edades acudieron en coche y en transporte público para manifestarse. Reunidos muy temprano, antes de las 6 de la mañana, primero fueron bloqueados y rodeados por la policía, luego, con calma, colocaron bloques de hormigón frente al INRAE para levantar el muro. Alrededor de las 7:30 horas comenzaron a dispersarse.
“Tenemos restricciones sobre el uso de determinados productos sin soluciones alternativas eficaces, lo que provoca pérdidas de producción”, testificó Rémi Pierrard, productor de remolacha y cereales cerca de Provins (Sena y Marne), miembro del sindicato de los Jóvenes Agricultores (. JA). “Nos prohibieron un insecticida que protegía la remolacha al inicio de su crecimiento contra un pulgón. Ahora nos vemos obligados a tratar con un pulverizador, un tratamiento mucho menos eficaz y menos respetuoso con la fauna auxiliar, con pérdidas de productividad que puede llegar hasta el 50% anual”, añadió.