En el marco del Día Mundial del Vitíligo, Océane, una joven de 25 años de la Isla de la Reunión que padece vitíligo, habló sobre esta enfermedad que no es suya.
“Nunca quise convertirlo en una enfermedad, esconderlo o ponerle base” explica Océane. Originaria de Le Port, la joven de 25 años ha vivido toda su vida con vitiligo, una enfermedad autoinmune caracterizada por la despigmentación de la piel.
“Cuando era joven era complicado, entre el acoso escolar y las críticas que son bastante duras cuando eres joven, no fue fácil. Cuando fui creciendo se fue calmando y también acepté lo que era, hice una fuerza de ello” testifica Océane.
“Siempre es un poco complicado cuando vamos de compras o a otros lugares públicos sobre todo con niños, puede resultar un poco embarazoso” explica la joven, comprensiva ya que ella misma es madre de un niño pequeño. “Los niños no siempre entienden y hacen preguntas de manera inocente”. Diagnosticada entre los 3 y 4 años, hoy Océane abraza plenamente esta diferencia que ahora es “más una ventaja que un defecto” como ella dice.
“Debemos convertirlo en una fortaleza y una cualidad, no un defecto o una debilidad. Cuando era joven, fui modelo fotográfico, lo que demuestra que en ningún caso el vitíligo es un obstáculo en la vida. Somos diferentes de los demás y eso es una ventaja para nosotros, ciertamente no es fácil cuando eres más joven, pero tienes que vivir por ti mismo y no poner barreras”. ella explica.
“Lo que es accesible para quien no lo tiene e igual de accesible para quien lo tiene” -confía la joven. “La gente que nos quiere nos ve sin manchas”expresa Océane antes de añadir, “Si te aceptas a ti mismo, la aceptación de los demás no es importante”.
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