juzgado por haber rociado con alcohol metilado a un vagabundo antes de prenderle fuego

juzgado por haber rociado con alcohol metilado a un vagabundo antes de prenderle fuego
juzgado por haber rociado con alcohol metilado a un vagabundo antes de prenderle fuego
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DLos gritos atraviesan la noche. Este 10 de mayo de 2022, hacia las 2 de la madrugada, una patrulla de la policía municipal de Biarritz fue convocada por una reyerta entre personas sin hogar, en las curvas de la Costa de los Vascos. Cuando se trata de peleas, los funcionarios lo encuentran horrible. Piotr, manchado de sangre, sufre el martirio. El 15% de su cuerpo, incluida la cabeza, resultó quemado. Sin la intervención de los servicios de emergencia, habría fallecido. Dos años y medio después, el juicio a su presunto agresor se abre este jueves 28 de noviembre. Durante dos días, Anthony Baumgartner, de 24 años, responderá por intento de asesinato ante el Tribunal de lo Penal de los Pirineos Atlánticos, en Pau.

La justicia le acusa de haber rociado a Piotr con alcohol metilado antes de prenderle fuego con un encendedor. “Mi cliente cuestiona firmemente los hechos y denuncia la debilidad del testimonio”, explica Bernard-Frank Macera. La víctima cambió varias veces su versión, admitiendo incluso que no había visto directamente a la persona que lo roció. »

Barbacoa regada

Esa noche, los réprobos se reúnen en el paseo peatonal. Una docena de desposeídos se agolpan alrededor de una tapa de alcantarilla convertida en barbacoa. Piotr juega al ajedrez con uno de ellos. El océano y la botella por horizonte. Algunos han estado ahogando sus preocupaciones desde la tarde. Durante dos años, la investigación trabajó para encontrar algunos de ellos. Separar lo verdadero de lo falso en sus recuerdos anestesiados.

Piotr no comprendió de inmediato que una llama lo había quemado. Los médicos primero pensaron que era ácido. Desde el hospital, sin embargo, designa a “Antonio” como su verdugo. Una semana antes, supuestamente entregó 20 euros a Anthony Baumgartner y a un tal “Omar” que nunca fue identificado. Tuvieron que comprar vodka. Su acreedor nunca bebió una sola gota ni volvió a ver el color del billete. Su amargura se había convertido en insultos. La noche de los hechos, Anthony Baumgartner habría querido resolver el conflicto.

Una versión confirmada por un tal “Bob”. Su testimonio es central. Escuchado varios meses después, afirmó haber visto la parte superior del cuerpo y la cabeza de la víctima en llamas. En su presencia, Anthony Baumgartner habría anunciado su intención de “quemar” a Piotr unos días antes. La llegada de este vagabundo belga a la investigación cambió la versión de la víctima.

cara del tiempo

Piotr acabó acusando a Bob de haberlo golpeado con una cadena, antes de rociarlo con un líquido inflamable y entregarle su encendedor a Anthony Baumgartner. Explica “inferirlo” sin haberlo visto. Este cambio de opinión empujó a la acusación a designar a Bob como autor principal de los hechos. Una contradicción total con su primera versión.

Hasta ahora, Anthony Baumgartner nombró a “dos jóvenes” como los atacantes. Estos extraños habrían aparecido para atacar a Piotr, antes de huir. Nadie más los vio. El juez de instrucción constata la “inconstancia, mentiras e incoherencias” de Anthony Baumgartner.

Psiquiatra y psicólogo coinciden en su violencia y su total intolerancia a la frustración. Él mismo afirma “comenzar como un reloj”. Sus antecedentes penales lo ilustran. La noche del incidente apenas llevaba tres meses en libertad. La continuación lógica de una infancia trágica. Colocado a los 6 años, abandonó la escuela demasiado pronto. El joven narbonés nunca ha trabajado. Sus hitos son los de la calle.

Desde 2022, Anthony intenta suicidarse en prisión. El joven inició una huelga de hambre y tuvo que ser hospitalizado en varias ocasiones. “Él no soporta el encierro. Y, sobre todo, se considera inocente”, explica Me Macera. El tribunal de lo penal decidirá el viernes.

Sin dejar rastro

El análisis de la camiseta de Piotr no permitió identificar formalmente el producto inflamable utilizado. Su chaqueta, que según los testigos ardía “como una antorcha”, nunca fue encontrada. A diferencia de la botella de alcohol isopropílico. El contenedor no tenía huellas dactilares ni rastros utilizables. La fiscalía debe ocuparse del testimonio. Y sus defectos.

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