Laura Rapp, de 36 años, fue acosada por su expareja durante varios años.
En 2018 fue condenado a prisión por intentar matarla, pero la violencia no cesó.
La joven cuenta su pesadilla delante de las cámaras de TF1.
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Día Internacional Contra la Violencia hacia la Mujer
Una de cada 10 mujeres será víctima de violencia doméstica a lo largo de su vida, según cifras de la Fundación Mujer (nueva ventana). Dentro de las parejas, es el hombre, en el 89% de las situaciones, el autor. Laura Rapp (nueva ventana) quien testifica en el video TF1 de las 8 p.m. arriba, vivió este infierno durante cinco años. Su expareja la golpeaba y acosaba a diario, hasta ese día de 2018 en que intentó matarla, delante de su propia hija.
En 2022, un equipo TF1 ya había conocido al treintañero. Luego explicó el fenómeno de influencia sufrido: “Hablamos de amor, pero en retrospectiva, es posesión. Tenía la impresión de ser una cosa, un objeto. Ahí pasó todo y si me iba, me mataría”.
La violencia no se detiene a las puertas de la cárcel
Laura Rapp, víctima de violencia doméstica
Dos años después, Laura todavía no puede dejar atrás a este hombre violento. Aunque fue sentenciado a ocho años de prisión por intento de asesinato, continuó acosándola: “La violencia no se detiene a las puertas de la prisión. Incluso desde su prisión, los atacantes pueden seguir aterrorizándonos. Hubo momentos en los que realmente tuve bajones y en los que pensé en terminar con mis días”testifica en el vídeo de noticias de TF1 que aparece al principio de este artículo.
Tras las rejas, el hombre, privado de su patria potestad, ha aumentado el número de procedimientos judiciales. Lo último: presentó una denuncia por difamación, tras la publicación en 2021 de un libro en el que Laura cuenta su historia. La madre fue imputada, situación que consideró “injusto” y que ella vivió como “un asesinato psicológico”.
Un movimiento de emergencia
Tres años después, finalmente fue liberada, pero salió arruinada de esta nueva terrible experiencia: “En un momento ya no pude pagarle a mi abogado, así que pedí préstamos y mis padres también pagaron una parte y perdí mi trabajo”.recuerda.
Para su abogado, Arnaud Godefroy, no es raro que los culpables intenten agotar a su exmujer. “Una persona violenta utiliza procedimientos para mantener el control y secar las finanzas de la víctima”dice. Esta constante presión psicológica continuó cuando el excónyuge salió de prisión, cuatro años después del inicio de su encarcelamiento. Luego se mudó a sólo 15 minutos de la casa de Laura.
Se ve obligada a trasladarse al otro extremo de Francia para proteger a su hija. “Hoy mi hija le sonríe a la vida. Es mi mayor victoria. Se reconstruye mucho a través del deporte, le encanta, monta a caballo y baila”.ella se regocija.
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Por último, Laura quiere dar a conocer un sistema del que no pudo beneficiarse por falta de información: la asistencia jurídica gratuita, pagada por el Estado, permite ir acompañado de un abogado sin pagarlo usted mismo. Incluso es automático, al menos temporalmente, para ciertos delitos, como el intento de asesinato o la violación.