Frente a una crisis del costo de vida exacerbada por la eliminación de los subsidios al combustible, Nigeria está explorando alternativas energéticas para aliviar la carga económica de sus ciudadanos. El gobierno ha lanzado una iniciativa para convertir más de un millón de vehículos para que funcionen con gas natural comprimido (GNC) en tres años, aprovechando las vastas reservas de gas del país.
Esta transición al GNC promete reducir los costos de transporte en casi un 50%, brindando un soplo de aire fresco a los nigerianos que enfrentan el aumento de los precios del combustible. Sin embargo, la implementación de esta iniciativa encuentra obstáculos importantes. La infraestructura actual es insuficiente, con un número limitado de estaciones de servicio de GNC, lo que obliga a algunos conductores a viajar largas distancias para repostar. Además, el alto costo de la conversión de vehículos y la limitada conciencia pública obstaculizan la adopción masiva de esta tecnología.
A pesar de estos desafíos, el gobierno sigue comprometido a promover el GNC como una alternativa viable y respetuosa con el medio ambiente. Se han comprometido inversiones por 200 millones de dólares para apoyar esta transición, con planes para ampliar la red de estaciones de servicio y formar técnicos especializados. También se están llevando a cabo iniciativas de concientización para disipar los temores sobre la seguridad del GNC e informar al público sobre sus beneficios económicos y ambientales.
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