Ligera desaceleración del mercado laboral americano, aumentos salariales en la zona euro a un ritmo sostenido en el tercer trimestre, inflación superior a las expectativas en Japón… Qué recordar de las noticias de esta semana.
En los últimos días, los precios del oro se han recuperado en parte debido a la escalada de tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania. De hecho, el metal amarillo cayó el día después de la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, lo que provocó un aumento del dólar estadounidense y del rendimiento de los bonos.
Los inversores creen que las políticas de la nueva administración Trump podrían elevar la inflación, lo que llevaría a la Reserva Federal estadounidense (Fed) a reconsiderar sus recortes de tipos de interés. En el corto plazo, la sostenibilidad de este repunte depende de la evolución de los tipos de interés. La caída de estos podría fortalecer el atractivo del oro, un activo que no genera ingresos. A largo plazo, las políticas de estímulo fiscal y el deterioro de las finanzas públicas ejercen una presión a la baja sobre las monedas fiduciarias, como el dólar, alimentando la demanda de otro refugio seguro.
Las compras de oro por parte de los bancos centrales mundiales también afectarán los precios del oro.
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