Lo que sabemos sobre el desmantelamiento de la red de tráfico de hachís desde Marruecos a Cataluña

Lo que sabemos sobre el desmantelamiento de la red de tráfico de hachís desde Marruecos a Cataluña
Lo que sabemos sobre el desmantelamiento de la red de tráfico de hachís desde Marruecos a Cataluña
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Finalmente, la banda que transportaba droga desde Marruecos a Cataluña fue decapitada. Desde septiembre de 2023, los Mossos d’Esquadra (policía autónoma de Cataluña), en estrecha colaboración con las autoridades aduaneras españolas, llevan a cabo una intensa búsqueda contra una de las organizaciones criminales más activas en el tráfico de hachís entre Marruecos y Cataluña. .

Todo empezó con el hallazgo de cerca de 3.000 kilos de hachís abandonados en la Cala Aiguafreda de Begur, lo que desencadenó una investigación que duraría casi nueve meses. Esta compleja investigación condujo finalmente a la detención de más de 35 personas, en su mayoría de nacionalidad marroquí. De ellos, 26 fueron puestos tras las rejas, lo que supone un duro golpe contra la red criminal.

Los investigadores de la Zona Central de Crimen Organizado de los Mossos pudieron reconstruir con precisión el funcionamiento de esta organización. Confirmaron que “el repentino aumento en las entregas de medicamentos por voiLa ruta marítima hacia Cataluña fue fruto de una colaboración estratégica entre grupos afincados en Manlleu, Cataluña y Andalucía”. Esta asociación criminal tenía como objetivo fortalecer su control del tráfico de hachís en toda la Península Ibérica, utilizando Cataluña como su centro principal.

Según el periódico español El Caso: “ Desde el inicio de sus operaciones, los Mossos afirman haber interceptado alrededor de 18,5 toneladas de hachís, con un valor estimado en 36 millones de euros en el mercado negro. Sin embargo, a pesar de estas impresionantes incautaciones, las autoridades estiman que se podrían haber introducido en Cataluña más de 66 toneladas adicionales durante casi veinte desembarcos supervisados, o aproximadamente un desembarco cada dos semanas. Esta actividad frenética pone de relieve la escala del comercio ilícito y la dificultad de contenerlo por completo a pesar de los esfuerzos de las autoridades”..

Aunque el encarcelamiento de los principales dirigentes supuso un duro golpe para la organización, los Mossos se mantienen alerta, conscientes de la presencia de otros grupos que operan en connivencia con socios en Marruecos. Estas bandas buscan mantener Cataluña como una importante ruta del narcotráfico hacia Europa, como recuerdan los agentes antidrogas de los Mossos.

Además de los sucesos de Begur, las operaciones de vigilancia descubrieron varios cargamentos de droga en toda la región. En Cala Culip, por ejemplo, el pasado mes de enero se incautaron casi 4.000 kilos de hachís, lo que supuso otro gran éxito para las fuerzas del orden.

La investigación llevó también a los Mossos hasta Moià, donde el hallazgo de 1.300 kilos de hachís y armas supuso la detención de Wafa Marsi, figura central de la red criminal. La incautación puso de relieve la complejidad y la escala del tráfico de drogas en la región, con ramificaciones que a menudo trascienden las fronteras nacionales.

Posteriormente, en Maçanet de la Selva se localizaron 1.400 kilos más, seguido de una incautación masiva de más de 5.000 kilos en Arenys de Mar en el marco de la operación” Matamala“. Esto último se llevó a cabo con éxito gracias a una estrecha vigilancia por mar y aire, lo que demuestra la determinación de la policía de luchar contra esta lacra criminal.

Tras meses de profunda investigación, los Mossos lanzaron una serie de redadas coordinadas en las que participaron más de 200 agentes. Las operaciones se desarrollaron en Manlleu, Sant Hipòlit de Voltregà, Torelló, Roses, Puiggròs y Tàrrega en Cataluña, así como en Málaga y Zaragoza en España. El esfuerzo concertado logró incapacitar a los principales líderes de la organización, lo que marcó una victoria significativa en la lucha contra el tráfico transnacional de drogas.

La investigación también reveló que el grupo con sede en Manlleu desempeñó un papel crucial a la hora de proporcionar apoyo logístico a los traficantes que operaban en el sur de España. Los miembros catalanes eran responsables de coordinar los puntos de desembarco y la logística en tierra, mientras que sus homólogos andaluces supervisaban el transporte y la distribución de drogas en toda Europa. Esta compleja colaboración ha sido una parte clave de la estrategia de la red para maximizar sus ganancias y minimizar los riesgos de interceptación.

La operación también resultó en la incautación de armas de guerra, lo que refleja las crecientes precauciones tomadas por estas organizaciones contra el robo de drogas y el aumento de la violencia asociada. Las búsquedas descubrieron varias armas de fuego, incluidos rifles de asalto AK-47, lo que pone de relieve los crecientes peligros asociados con este tipo de actividad criminal.

El jefe de inspectores de la región criminal central de “ MossosAntoni Saleras, destacó que “ La evolución del comercio de hachís en Cataluña no sólo es preocupante, sino extremadamente preocupante.“, indicando que se necesitarán más recursos para combatir esta nueva realidad, donde la sociedad catalana se convierte en un ámbito privilegiado para la introducción de grandes cantidades de droga. Advirtió que “ Las cifras de este tipo de delitos en Cataluña aún no alcanzan el nivel de Andalucía“, pero admitió que le preocupa la posibilidad de que esta tendencia al alza pueda transformar el litoral catalán en una situación similar a la de Andalucía.

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