La situación es especialmente complicada en Gales, donde el riesgo de inundaciones aumentó este domingo 24 de noviembre.
Una violenta tormenta, llamada Bert, azotó el sábado el Reino Unido e Irlanda, con vientos violentos, fuertes nevadas y riesgo de inundaciones, interrumpiendo el transporte y privando de electricidad a decenas de miles de hogares y provocando una muerte en Inglaterra.
El domingo se declaró el estado de “incidente grave” en Gales, particularmente afectada por las inundaciones, informa Sky News. La policía del norte de Gales encontró un cadáver en Trefiw, en el noroeste de la región, donde estaba desaparecido un hombre de 75 años, sorprendido con mal tiempo mientras paseaba a su perro. En el país se han emitido más de 100 avisos de inundaciones. El primer ministro inglés, Keir Starmer, afirmó el domingo por la tarde que se había puesto en contacto con su homóloga galesa, Eluned Morgan, para discutir la situación.
Un muerto en Hampshire, el cuerpo encontrado en Gales
El sábado, alrededor de las ocho de la mañana, un hombre de sesenta años murió en la región de Hampshire (sur de Inglaterra) después de que una rama cayera sobre su coche. Se emitieron alrededor de un centenar de alertas de inundaciones en Inglaterra, Gales y Escocia, que el sábado quedó cubierta por un manto blanco. Hasta el sábado por la tarde, casi 4.000 hogares se quedaron sin electricidad en el centro, suroeste de Inglaterra y el sur de Gales, y 27.000 personas también se vieron afectadas en el noroeste de Inglaterra, Yorkshire y Lincolnshire, dijeron operadores de redes eléctricas.
En el oeste y noroeste de Irlanda, 60.000 hogares, granjas y empresas también se vieron afectados por cortes de energía, según informó esta mañana el proveedor público irlandés ESB. Muchas carreteras, líneas de tren y ferry tuvieron que cerrarse, y las inundaciones ya afectaron al oeste de Irlanda y a Irlanda del Norte, que se vieron afectados por primera vez el viernes por la noche.
Jason Kelly, uno de los jefes de la agencia meteorológica británica (Met Office), describió esta tormenta como un evento para “múltiples riesgos”, con una mezcla de nieve, lluvia y viento durante la mayor parte del fin de semana.
Hasta 13 cm de nieve
En Inglaterra, en algunas zonas cayeron nevadas de hasta 13 cm y se registraron fuertes vientos de más de 130 km/h. El tráfico en el aeropuerto de Newcastle, en el noreste, se vio gravemente afectado por la nieve y los aviones tuvieron que ser desviados a Belfast y Edimburgo.
Muchos trenes también fueron cancelados durante todo el sábado y la agencia estatal de carreteras advirtió del peligro de circular por las carreteras del noreste debido a tormentas de nieve y nieve. También se cancelaron varios partidos de fútbol.
Gran parte del resto del país permaneció en alerta amarilla durante todo el fin de semana.
