6 soluciones para superar el exceso de exigencia profesional

6 soluciones para superar el exceso de exigencia profesional
6 soluciones para superar el exceso de exigencia profesional
-

Por tanto, es fundamental comprender los orígenes de este estado antes de explorar estrategias eficaces para contrarrestarlo.

Los orígenes de las exigencias profesionales excesivas

Las investigaciones indican que la naturaleza del exceso de demanda empresarial varía según el tamaño y el tipo de empresa. En las grandes estructuras, suele ser consecuencia de un exceso de procedimientos y procesos, y del desarrollo de las tecnologías (multiplicación de canales, flujo incesante de información). En las empresas emergentes, generalmente resulta de una actividad intensa y de interacciones humanas frecuentes (se requiere sociabilidad, esfuerzo de solidaridad, enfoque abierto y colaborativo, empatía y asistencia mutua), a veces incluso consideradas como gratificantes dentro de las culturas corporativas que propugnan la hiperreactividad. A este fenómeno también contribuyen el uso intensivo de herramientas tecnológicas, la falta de autonomía de los equipos y la exigencia de excesiva versatilidad de los directivos.

Un impacto en el rendimiento

El rendimiento laboral se ve directamente afectado por el exceso de exigencias. Los directivos, ante un flujo incesante de tareas, correos electrónicos, reuniones e interrupciones, luchan por concentrarse en sus tareas esenciales (“Síndrome de agotamiento profesional o burnout. Comprender mejor para actuar mejor”, guía de la DGT, INRS y Anact, Ministerio del Trabajo, 2015).

Esta dispersión de la atención a menudo conduce a una disminución en la calidad del trabajo producido, ya que se reduce la capacidad de concentrarse profundamente en problemas complejos. Además, el tiempo dedicado a cada tarea suele ser insuficiente, lo que puede dar lugar a errores y descuidos. En esta dinámica en la que la búsqueda del desempeño choca con la sobrecarga y la fragmentación de tareas, es crucial reconocer que una gestión inadecuada de las demandas profesionales no sólo conduce a una reducción de la eficiencia, sino que también expone a los individuos a graves riesgos de agotamiento y agotamiento profesional. socavando así la salud física y mental de los trabajadores (“Reconocimiento y gestión clínica del burn-out”, Haute Autorité de Santé, 2017).

Efectos en la toma de decisiones

La capacidad de tomar decisiones informadas es crucial para cualquier directivo. Sin embargo, unas exigencias profesionales excesivas pueden comprometer esta capacidad provocando un estado de fatiga cognitiva. La sobrecarga de información dificulta la evaluación clara de las opciones y consecuencias, lo que podría conducir a decisiones apresuradas o desacertadas. Además, el estrés crónico asociado a este estado puede perjudicar el juicio y favorecer respuestas emocionales más que racionales (“Sobrecarga informativa, emergencia y TIC. El efecto temporal de las tecnologías de la información”, por Henri Isaac, Eric Campoy y Michel Kalika, Management & Avenir , 2007).

Impacto en el bienestar mental

El bienestar mental de los directivos se pone a prueba en un entorno de trabajo hiperestimulante. El estrés constante y la dificultad para desconectarse de las exigencias laborales pueden provocar agotamiento, ansiedad y, en casos extremos, depresión. La sensación de no poder nunca “ponernos al día” crea una presión constante que erosiona la satisfacción y la motivación en el trabajo.

Por lo tanto, la dinámica y la cultura de un equipo o de una organización pueden verse profundamente afectadas por el exceso de demandas que experimentan los directivos. Puede crearse un ambiente de trabajo tenso y estresante que rápidamente se extenderá a todos los niveles de la empresa. Esta atmósfera puede disminuir la colaboración, aumentar los conflictos y reducir la cohesión del equipo, lo que contribuye a una disminución general de la productividad.

Qué soluciones al exceso de exigencias profesionales

En el incesante torbellino del mundo profesional moderno, donde nos asaltan correos electrónicos, reuniones y notificaciones diversas, ¿cómo navegar sin hundirnos bajo el peso de un exceso de exigencias? Para los directivos y sus equipos, encontrar estrategias eficaces para gestionar esta sobrecarga es crucial no sólo para mantener un rendimiento óptimo, sino también para preservar su bienestar mental. A continuación se presentan algunas soluciones pragmáticas para abordar este problema.

  • Establecer objetivos claros: Definir con precisión tus objetivos a corto y medio plazo es un paso fundamental para reducir la congestión profesional. Esto puede ayudarle a separar las demandas esenciales de las distracciones, permitiéndole centrar su atención y esfuerzos en lo que realmente importa para su éxito y el de su equipo.
  • Dominar el arte del rechazo: Aprender a decir “no” es una habilidad vital en el arsenal de un gerente eficaz. Se trata de desarrollar la confianza necesaria para establecer y comunicar tus límites, justificando constructivamente tu negativa (“El librito para aprender a decir no”, de Dominique de Saint Mars, Bayard, 2021).

Esto evita la acumulación de tareas superfluas (según Sapio Research, los franceses pierden el 66% de su tiempo en tareas superfluas) y al mismo tiempo conserva su energía para compromisos prioritarios.

  • Organizar sesiones de trabajo ininterrumpidas: Programar periodos de trabajo ininterrumpido es crucial para avanzar con tus proyectos. Estas sesiones, libres de distracciones externas, te ofrecen la tranquilidad necesaria para un trabajo profundo y reflexivo, aumentando así tu productividad y la calidad de tu trabajo.
  • Fortalecer la autonomía del equipo: Promover la independencia dentro de su equipo es esencial para disminuir la necesidad de una supervisión constante. Anime a sus empleados a tomar la iniciativa y resolver problemas de forma independiente, liberándoles tiempo para centrarse en tareas de mayor valor añadido.
  • Promover pausas cualitativas: Incorporar descansos significativos en tu rutina es esencial para mantener tu bienestar físico y mental. Los momentos de relajación consciente y desconexión del trabajo restauran tu energía y fortalecen tu capacidad de concentración a largo plazo.
  • Practique la comunicación proactiva: Iniciar conversaciones francas y constructivas con sus superiores o recursos humanos es crucial si persisten las solicitudes excesivas. Expresar claramente los desafíos encontrados y colaborar para fomentar la optimización de los procesos o la promoción de modos de comunicación más directos (“Comunicación directa”, de Georges Séror, Comunicación, 2016).

En conclusión, estas estrategias, aplicadas con intención y regularidad, pueden contribuir en gran medida a reducir el exceso de exigencias profesionales, restableciendo así el equilibrio y aumentando la eficiencia en un entorno de trabajo saludable y sostenible. La clave del éxito reside en tomar conciencia de tus necesidades y establecer una rutina proactiva que te permita recuperar el control de tu tiempo y energía.


En el mundo profesional contemporáneo, muchos directivos se ven abrumados por un flujo incesante de información y solicitudes. Este exceso de exigencias profesionales resulta ser un fenómeno creciente, particularmente exacerbado por las exigencias del mundo laboral moderno, y que está en el origen de un aumento de los casos de burnout.

-

PREV El euro cae, el dólar se mantiene estable en el mercado negro
NEXT El Pulso: 19 de junio de 2024