En las estaciones de servicio, la gasolina sin plomo 95 tuvo un precio medio la semana pasada de 1,84 euros el litro, lo que supone un descenso de 3 céntimos respecto a la semana anterior. El 95-E10 súper sin plomo se vendió por 1,80 euros (-7 céntimos).
El diésel subió 9 céntimos hasta 1,68 euros el litro, tras varias semanas de descenso. Los precios medios del diésel en junio han bajado un 5,46% desde abril, una caída similar para la gasolina sin plomo 95 y el 95-E10 (alrededor del -5%).
La tendencia a la baja desde abril “sigue la evolución del barril de petróleo”, subraya Francis Pousse, presidente del sindicato profesional Mobilians (estaciones de servicio independientes).
A mediados de abril, el barril de petróleo crudo alcanzó un máximo de 92 dólares, el nivel más alto desde octubre, en medio de temores de una posible extensión del conflicto entre Israel y Hamás a los países vecinos. Desde entonces, el barril de crudo ha vuelto a “niveles habituales, entre 80 y 90 dólares” en las últimas semanas, a pesar de las recientes decisiones del cartel de la OPEP de mantener vigentes los recortes de producción para sostener los precios.
¿Precios estables para salidas vacacionales?
Aunque están cayendo, los precios de los combustibles -junto con los del gas y la electricidad- están alimentando los debates en la batalla por las elecciones legislativas, mientras que el aumento de los precios de la energía desde la recuperación post-Covid y aún más desde la guerra en Ucrania ha alimentado en gran medida inflación y pesó sobre los presupuestos de los hogares y las empresas. Han florecido las propuestas de la Asamblea Nacional para reducir el IVA sobre los carburantes al 5,5%, mientras que el Nuevo Frente Popular (izquierda unida) aboga por una congelación de los precios por decreto.
