El día después del descubrimiento del cuerpo inanimado de una mujer de 38 años con heridas mortales de arma blanca en el barrio Rosemont de Montreal, la pregunta sigue siendo: ¿se trata de un asesinato o de un suicidio?
Hasta el lunes por la mañana, los investigadores de delitos graves aún no habían podido pronunciarse sobre el asunto.
Según nuestra información, inicialmente se creyó que se trataba de un asesinato cuando el cuerpo de la mujer fue descubierto el domingo por la tarde en una casa de la Avenue Bourbonnière, cerca de la Avenue Laurier.
Los restos de la víctima presentaban evidentes marcas de violencia. En particular, tenía heridas de cuchillo en varios lugares del cuerpo, incluido el cuello. Su muerte fue declarada en el acto.
En el lugar fue detenido un hombre de 49 años. Fue llevado a la comisaría para ser interrogado por los investigadores. El hombre, que tiene un largo historial criminal, fue liberado posteriormente sin cargos.
Seguiría siendo considerado un “testigo material” en este caso y no un sospechoso, al menos por ahora.
Durante el estudio de la escena del crimen, los técnicos de identificación forense y los investigadores de delitos graves observaron algunos elementos que ponen en duda la teoría del asesinato: no se descarta que la mujer se haya suicidado.
Realmente es la autopsia que deberá realizarse el martes en el Laboratorio de Ciencias Judiciales y Medicina Legal la que establecerá la causa de la muerte. Sabremos en este momento si la muerte fue de carácter criminal o no.
Hasta entonces, el caso todavía se considera una “muerte sospechosa”, según las autoridades.
Sin ser un delincuente importante, la víctima era conocida en los círculos policiales. En diciembre pasado se declaró culpable de cargos de drogas y fue sentenciada a dos años de libertad condicional y 120 horas de servicio comunitario.
También se declaró culpable de conducir de forma peligrosa en 2011 y de otro cargo de drogas el mismo año.
