Es un espectáculo que vuelve cada año. En otoño, cientos de millones de aves vuelan por el aire hacia las regiones del sur, donde pasarán el invierno. Un viaje de varios miles de kilómetros que luego realizan en sentido contrario, una vez llega la primavera. Pero en los últimos treinta años, ciertas especies han tendido a acortar su estancia de invierno y vuelve antes. Según la Liga para la Protección de las Aves (LPO), “esta precocidad alcanza de 5 a 12 días dependiendo de la especie”. La causa: el cambio climático.
“Con el aumento de las temperaturas, determinados hábitats, de tipo mediterráneo por ejemplo, se desplazarán hacia el Norte, lo que modificará el hábitat de especies adaptadas a hábitats más húmedos y verdes”, explica a ID Jérémy Dupuy, responsable del programa “Aves de Francia” en la LPO. Especies que tenderán a Vuelve también hacia el Norte..
Distancias de migración más cortas
Éste es particularmente el caso del abejaruco europeo que, históricamente, se reprodujo en la costa mediterránea francesa y que hoy está presente en casi todos los departamentos. “Ha habido incluso casos de reproducción en Reino Unido, y la especie sigue progresando en Europa central, incluso en el norte de Europa”, añade. Un fenómeno que también se observa en otras especies que viven en ambientes más fríos y húmedos y que están retrocediendo aún más hacia el Norte.
El cambio climático también tiende a reducir las distancias de migración. Como los inviernos son más suaves, algunas especies ya no necesitan viajar largas distancias para encontrar condiciones suaves. “El ejemplo típico es la cigüeña blanca”, indica Jérémy Dupuy. “Es una especie básicamente estrictamente migratoria, es decir que pasa el invierno al sur del Sahara, pero desde los años 80-90 observamos cada vez más aves en el norte de África, España e incluso el sur de África. Francia Hoy en día, más de 2.000 aves pasan el invierno con nosotros, algunas incluso se han vuelto completamente sedentarias.
El problema: en caso de una ola de frío intensa, las aves migratorias que permanecen en las regiones del norte tienen pocas posibilidades de sobrevivir al invierno. Y, como apunta la LPO, si, en primavera, la llegada de las aves no coincide “con el pico de aparición de insectos, la mortalidad en las nidadas puede ser drástica”.
“El cambio climático es demasiado rápido para que las especies se adapten”
Ante el cambio climático, las especies migratorias sólo tienen dos opciones: adaptación o extinción. Pero se enfrentan a una gran dificultad. “La evolución del comportamiento migratorio es el resultado de cientos de miles de años de evolución, pero el cambio climático es demasiado rápido para que las especies puedan adaptarse”, lamenta Jérémy Dupuy. “Un estudio sobre los papamoscas negros, pequeños paseriformes del bosque, lo demuestra. Los investigadores descubrieron que, para adaptarse a primaveras más tempranas, el papamoscas había logrado adelantar su fecha de regreso. Pero esta adaptación es mucho menos importante que el cambio climático. El pájaro es Intentamos adaptarnos, pero no podemos hacerlo lo suficientemente rápido para seguir el ritmo del cambio”, resume.
Para otras especies la situación es aún más crítica. Este es especialmente el caso de quienes viven en un entorno alpino, es decir, en las montañas, más allá del límite del bosque. Un entorno ocupado por especies muy especializadascomo la perdiz blanca. “Con el cambio climático, el bosque tiende a crecer, por lo que esta especie probablemente también crecerá. Pero después de un tiempo no podrá crecer más”.
Aunque es difícil actuar a diario para proteger a las aves del impacto del cambio climático en su migración, la LPO no se queda de brazos cruzados. ella lidera un trabajo anticipatorio. “Con el aumento del nivel del mar, la mayoría de los humedales, que son espacios protegidos que sirven de refugio a las aves, acabarán bajo el agua, pero gracias a los modelos que predicen el aumento del nivel del agua, podemos anticipar futuros espacios protegidos”, explica Jérémy Dupuy. “Ya estamos tratando de identificar los espacios que podemos proteger para dar cabida a las poblaciones de aves”.