Situada en el corazón del Alto Atlas, la provincia de Azilal se está haciendo un nombre en el exclusivo mundo del azafrán, este “oro rojo” que fascina por su rareza y su valor. A unos cien kilómetros de la ciudad de Azilal, el municipio de Aït Boulli se convierte en el símbolo de una revolución agrícola en la región, impulsada por la ambición de competir con Taliouine, referencia nacional e internacional en la producción de azafrán.
La región de Azilal, antiguamente dominada por cultivos de cereales no rentables, está experimentando un punto de inflexión decisivo gracias al cultivo del azafrán. Hoy, cerca de 1.400 agricultores, repartidos en 350 hectáreas, participan en esta aventura.
En sólo diez años, la producción se ha cuadruplicado hasta alcanzar entre 1,4 y 1,7 toneladas por año, convirtiéndose en una fuente esencial de ingresos para los residentes. Mientras que antes una hectárea de cereales generaba entre 3.750 y 4.500 dírhams al año, una hectárea de azafrán permite ahora ganar entre 45.000 y 70.000 dírhams, un salto económico espectacular.
Este éxito va acompañado de un fuerte impacto social, particularmente para las mujeres rurales, que desempeñan un papel clave en la recolección y procesamiento de las preciosas flores de azafrán. Gracias al apoyo de organizaciones como el INDH y el Programa de Desarrollo Rural de Zonas Montañosas (PDRZM), las fincas se están modernizando y organizando para atender la creciente demanda, tanto en los mercados locales como internacionales.
Condiciones ideales y una estructura en rápida expansión.
Los campos de azafrán se extienden en zonas de altitud que varían entre los 900 y los 1.800 metros, donde las condiciones climáticas y geográficas favorecen una calidad excepcional. La temporada de cosecha, que generalmente se extiende del 20 de octubre al 20 de noviembre, moviliza a los agricultores y a sus familias, pero también a las cooperativas locales como la cooperativa Aït Boulli y la cooperativa de mujeres Amagar en Zaouiat Ahansal.
Estas estructuras, equipadas con modernas unidades de recuperación, garantizan una trazabilidad rigurosa y una calidad superior, elementos clave para atraer mercados exigentes. Desde el lanzamiento del PDRZM en 2018, el desarrollo del sector ha adquirido una nueva escala, con la adición de 250 hectáreas adicionales entre 2019 y 2022.
Hasta la fecha, alrededor del 60% de la producción se envasa, lo que garantiza una mejor conservación y un acceso más fácil a los mercados. Los precios de venta del azafrán varían según el canal de distribución. Para los precios al por mayor, estos ascienden a 21 dírhams por gramo, mientras que al por menor el precio puede alcanzar los 30 dírhams por gramo. El azafrán Azilal se está consolidando poco a poco como un producto competitivo y demandado. Para consolidar esta dinámica, han surgido iniciativas ambiciosas, como “La Maison du Safran”, una estructura dedicada a la promoción y comercialización de productos de 30 cooperativas locales.
Apoyada por el INDH, esta plataforma destaca el potencial de 14 municipios rurales de Azilal y abre perspectivas de exportación a los mercados internacionales. Además, las certificaciones sanitarias emitidas por la Oficina Nacional de Seguridad Alimentaria (ONSSA) añaden una dimensión profesional al sector, reforzando la credibilidad del azafrán Azilal en el escenario mundial.
Una rivalidad incipiente con Taliouine
Eclipsada durante mucho tiempo por el prestigio del azafrán de Taliouine, la producción de Azilal está ganando reconocimiento, impulsada por un esfuerzo de estructuración y una mejora continua de las técnicas de cultivo. El desafío es importante, pero las ambiciones son claras: convertirse en una referencia marroquí y mundial. Al centrarse en la calidad, la sostenibilidad y la gestión colaborativa con los productores, Azilal está en camino de convertirse en un centro esencial para el oro rojo.
En esta región donde la tradición se une a la innovación, el azafrán simboliza ahora una agricultura de excelencia, capaz de transformar vidas y remodelar las perspectivas económicas de toda una provincia. Azilal se posiciona así como una estrella en ascenso en el altamente competitivo mundo del azafrán, decidida a conquistar los paladares más exigentes del mundo.
Sami Nemli con agencia / ECO Inspirations