Un ascenso a través del tiempo
La primera edición, en 1953, se presentó por primera vez como una jornada de puertas abiertas sobre la aviación. En ese momento, la misión ya estaba bien definida, mientras que el evento pretendía ser un momento propicio para crear puentes con la población y permitir a todos una incursión en el mundo de la aviación. Poco a poco, el evento fue ganando popularidad y la fórmula se fue transformando, añadiendo servicios aéreos y extendiéndose durante dos días en los años impares. En la década de 1980, la asistencia se estimaba en unos 7.000 espectadores y aumentó a 35.000 en 1990. La asistencia no disminuyó con el paso de los años y finalmente alcanzó un máximo de 143.000 asistentes al festival durante la última edición, en 2019.
El año 2013 también fue un año crucial en la historia de la SAIB, al establecerse la entrada gratuita para celebrar el 175 aniversario de la región. Desde entonces, la organización SAIB ha aumentado sus esfuerzos para mantener este evento gratuito y garantizar que siga siendo accesible.
El corazón de SAIB
Michel Aubin, director general adjunto de la SAIB. (principal Frédéric Gagnon)
Detrás de escena de un espectáculo de este tipo, muchas personas están activas, dando su tiempo y participando voluntariamente en el evento para que sea un éxito. Una de estas personas clave, implicada en la organización como director general adjunto desde hace más de 30 años, es Michel Aubin, ex soldado de las Fuerzas Armadas durante 27 años.
“Michel, es la memoria corporativa del evento. Fue él quien forjó vínculos con la comunidad y quien hoy continúa manteniéndolos e incluso haciéndolos crecer. Es ni más ni menos que el alma del espectáculo y no podemos prescindir de él”, testifica el teniente coronel Nicolas Parent, director general de la SAIB. A este comentario elogioso, Michel Aubin responde humildemente que el corazón del espectáculo son los miles de voluntarios que participan con una sonrisa en la cara. “¡Su presencia es esencial y hacen la mayor parte del trabajo! Montando el sitio, instalando las vallas, cortando el césped, durante una semana, todos trabajan duro para poner el espectáculo en marcha”, explica.
Para el Sr. Aubin, participar en la organización SAIB le permite mantenerse activo y continuar alimentando estas relaciones con la comunidad construidas a lo largo del tiempo. “¡Es una verdadera pasión para mí y es lo que me motiva! Siempre he tenido el espectáculo en el corazón y es importante para mí seguir mejorándolo continuamente aprendiendo de nuestros errores para hacerlo siempre mejor”, dice.
“Michel es increíble, tiene una energía contagiosa y es muy inspirador trabajar junto a él. No cuenta sus horas y siempre está dispuesto a ayudarnos y guiarnos. Es un hidalgo que se ocupa de todos”, testifica el comandante de la base, Colin Marks.
