El primer ministro Alexander De Croo, que, como es habitual, presentará su dimisión al rey este lunes por la mañana, el día después de las elecciones, encarna esta decepción. Su partido, el Open VLD, registró una derrota histórica. El domingo por la noche solo conservó 7 escaños, frente a los 12 de 2019. Los ecologistas se derrumbaron. Écolo sólo conservaría 4 escaños de 12 y Groen 6 de 9. Los ministros federales salientes, Georges Gilkinet, Tinne Van der Straeten y Marie-Colline Leroy, ni siquiera fueron reelegidos. Una decepción.
El otro gran perdedor de la coalición saliente es el PS. Al final de la tarde del domingo perdió 4 escaños y sólo conservó 16. Una derrota contundente. Movimiento inverso en la familia para Vooruit, el partido hermano flamenco, que pasó de 9 a 12 escaños.
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El N-VA sigue siendo la principal fuerza del país
Aún en la mayoría saliente, el CD&V logró conservar sus 12 escaños, a pesar de la disminución del número de votos obtenidos. Pero el ganador indiscutible dentro de Vivaldi es el MR. El domingo por la noche pasó de 14 a 19 escaños. Su estrategia de “participación-oposición” –consistente en alcanzar acuerdos dentro del ejecutivo, pero manteniendo la libertad de expresión fuera– ha dado sus frutos.
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En la oposición saliente, el gran ganador de las elecciones es el movimiento Les Engagés. Pasó de 5 a… 15 escaños el domingo por la noche. El PTB ganó dos (del 12 al 14), principalmente gracias a sus resultados en Flandes, mientras perdió peso en Valonia. Défi sólo conservó un escaño, el del presidente François De Smet, en lugar de dos.
El N-VA perdió uno (25 a 24). Pero las tropas de Bart De Wever sonreían el domingo. Su formación sigue siendo la principal fuerza política en Flandes y en el país, y lógicamente puede exigir un retorno al gobierno federal.
El aumento de Belang está contenido
Por el contrario, la progresión de Vlaams Belang, que pasó de 18 a 20 escaños, tuvo un sabor amargo. Estamos muy lejos de la ola marrón que prometen las encuestas, incluso si el partido de extrema derecha logra una puntuación muy fuerte. Y, sin duda, encabezará el baile de una formidable oposición contra el próximo gobierno.
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El significado del resultado electoral es la creación de una mayoría que se inclina hacia el centro-derecha. Si consideramos, como en 2019-2020, que los partidos extremos (PTB y Belang) no son tenidos en cuenta para la formación del próximo ejecutivo, y si priorizamos a los ganadores de la votación, podríamos tener una coalición formada por la N-VA, Vooruit y la CD&V, en el lado flamenco. Y del MR y de los Engagés, del lado francófono. El domingo por la noche, esta supuesta coalición obtuvo 82 escaños de 150 y obtuvo a priori la mayoría en cada uno de los dos grupos lingüísticos.
Por supuesto, tendremos que ver si Vooruit acepta abandonar el PS; y el MR, para liberar el Open VLD. También sería posible un “bis sueco”: N-VA, MR, Open VLD, Les Engagés, CD&V. Pero sólo obtuvo 77, lo cual es muy bajo. Si el N-VA no exige la mayoría de dos tercios necesaria para la reforma estatal, la constitución del próximo gobierno podría realizarse rápidamente.
