En su último encuentro como jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell expresó su preocupación por la situación en Oriente Medio, instando a la UE a suspender el diálogo con Israel.
“No hay más palabras. He agotado todas las palabras para explicar lo que está pasando en Oriente Medio”: el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, expresó sin rodeos su frustración este lunes 18 de noviembre en Bruselas.
“Hay aproximadamente 44.000 muertos en Gaza y el 70% de los muertos son mujeres y niños”, afirmó el responsable español antes de presidir la que debería ser su última reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE.
“Si nos fijamos en su edad, la mayoría de las veces son niños menores de nueve años”, lamentó.
Josep Borrell, de 77 años, dejará el cargo el próximo mes. Para esta última reunión bajo su presidencia, propuso a los 27 suspender el diálogo político, previsto en el acuerdo de asociación entre la Unión Europea e Israel. Pero la mayoría de los países de la UE, incluidos Alemania, los Países Bajos y Francia, no están a favor de ello.
“La historia nos mira”
“La UE tiene las manos manchadas de sangre” en la Franja de Gaza, declaró la ONG Oxfam en un comunicado de prensa publicado el lunes. “Los debates que tienen lugar hoy a puerta cerrada tienen un impacto en personas reales, que se enfrentan a lo inimaginable. Sin embargo, la respuesta de Europa es a menudo letárgica”, afirmó Agnès Bertrand-Sanz, experta humanitaria de Oxfam, para quien la UE y sus Estados miembros deben “. redoblar sus esfuerzos para exigir un alto el fuego, suspender el acuerdo de asociación UE-Israel”, “garantizar que la ayuda humanitaria no sea bloqueado o destruido” y “detener la venta de armas a Israel”.
“La historia nos observa y Europa debe elegir: ¿quiere ser cómplice de estas violaciones del derecho internacional humanitario y de esta campaña de limpieza étnica en el norte de Gaza? ¿Quiere mancharse las manos con sangre”, se pregunta Agnès Bertrand-Sanz de nuevo.
Sobre Ucrania, Josep Borrell también expresó su frustración tras 1.000 días de guerra desde la invasión rusa el 24 de febrero de 2022. “Con demasiada frecuencia no hemos estado unidos, con demasiada frecuencia las discusiones han durado demasiado”, lamentó. “Mi última petición a mis colegas será que estén más unidos y tomen decisiones más rápidamente”, subrayó además el jefe de la diplomacia europea.
“No se puede pretender ser una potencia geopolítica si se tarda días, semanas, meses en concluir acuerdos y actuar”, explicó Josep Borrell, que será sustituido en diciembre por la ex primera ministra estonia Kaja Kallas.