► ¿De qué estamos hablando?
El domingo 17 de noviembre, Estados Unidos dio su autorización a Ucrania para atacar territorio ruso con misiles de largo alcance que le proporciona, según varios medios de prensa entre ellos la AFP, la Associated Press, la New York Times y el Correo de Washington. Los funcionarios estadounidenses entrevistados por estos medios aseguran que el acuerdo se refiere a los misiles ATACMS (Army Tactical Missile System), que Kiev podría utilizar ahora contra las posiciones ocupadas por rusos y norcoreanos en la región de Kursk, conquistada por las fuerzas ucranianas este verano en el oeste. Rusia.
Esta autorización había sido solicitada desde hacía meses por Ucrania, que se encuentra en una situación de gran fragilidad táctica y estratégica frente a Rusia, tras el fracaso de su contraofensiva de 2023. De nuevo este domingo, Moscú lanzó un ataque masivo en su territorio. todo el territorio, atacando más de 120 misiles y 90 drones contra infraestructuras energéticas.
Tomada por Joe Biden dos meses antes de abandonar la Casa Blanca, esta decisión anticipa la llegada de su sucesor Donald Trump, conocido por ser muy crítico con la ayuda estadounidense a Ucrania y por sus promesas de poner fin a la guerra en “Un día”, en otras palabras, presionar a Ucrania para que negocie con Rusia. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, acogió con cautela este anuncio, según informaron los medios occidentales. «Las pulsaciones de teclas no se realizan utilizando palabras. Cosas como esta no se anuncian.reaccionó. Los misiles hablarán por sí solos. »
► ¿Qué efectos pueden tener estos misiles en el campo de batalla?
Los ATACMS son misiles semibalísticos tierra-tierra guiados por GPS. Tienen un alcance de 300 km con una precisión de unas pocas decenas de metros. Y son muy móviles ya que pueden ser lanzados desde lanzadores múltiples de cohetes tipo Himars. Los primeros ATACMS de largo alcance fueron entregados a Ucrania la primavera pasada y ya fueron utilizados contra Sebastopol, Crimea, en junio.
Esta vez, por tanto, se enfrentarían a las fuerzas rusas y a los 10.000 soldados norcoreanos que las apoyan, en la región rusa de Kursk, parcialmente conquistada en agosto por Kiev. El ATACMS permitiría a Kiev no invertir el equilibrio de poder a su favor en toda la línea del frente, sino darle los medios para mantener este territorio ruso en su poder. Una conquista que servirá como moneda de cambio en la futura negociación con Rusia deseada por Donald Trump.
El uso de estos misiles en territorio ruso es también una señal de firmeza enviada por Washington a Moscú y Pyongyang. Mientras Joe Biden esté en el poder, Estados Unidos no dejará sin respuesta ninguna forma de internacionalización del conflicto por parte de Vladimir Putin y sus aliados. Si por el momento el uso de ATACMS por parte de los ucranianos está autorizado únicamente en Kursk, Washington podría aceptar también que sean en otros objetivos en territorio ruso como las instalaciones logísticas -aeródromos y puentes- de las que depende Moscú para su ofensiva sobre Ucrania. territorio.
► ¿Cuál es la posición de los europeos ante estas huelgas?
La decisión de autorizar ataques con misiles de largo alcance en territorio ruso interesa muy directamente a Francia y al Reino Unido, que entregaron a Kiev misiles aire-tierra Scalp de medio alcance (denominados Storm Shadow en su nombre británico). El uso de estas armas se ha limitado hasta ahora al territorio ucraniano y a Crimea, cuya anexión por Rusia en 2014 no es reconocida por Occidente.
¿Podría cambiar esta situación tras la luz verde estadounidense? “Nada nuevo bajo el sol”, Elude el Ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, que se refirió a la posición expresada por el Presidente de la República el pasado mes de mayo. Emmanuel Macron estimó que“debemos permitir (a los ucranianos) neutralizar los emplazamientos militares desde donde se disparan misiles, los emplazamientos militares desde los que se ataca a Ucrania». Desde entonces no se ha actuado sobre la declaración. Pero no se excluye que las huelgas se produzcan sin que una palabra francesa las autorice más explícitamente, ya que el principio ya ha sido establecido.
La luz verde estadounidense también sorprende al canciller alemán Olaf Scholz, quien recientemente renovó su negativa a entregar sus misiles de crucero Taurus a Ucrania.
► ¿Esta decisión supone un riesgo de escalada por parte de Rusia?
Del mismo modo que Ucrania lleva varios meses pidiendo a Occidente autorización para atacar a Rusia con este tipo de armas, Moscú intenta disuadirlos. Jugando con dos repertorios: el miedo a una extensión geográfica del conflicto a los países de la OTAN y el de una respuesta nuclear. El Kremlin recordó así las advertencias expresadas en septiembre por Vladimir Putin: “Esto significaría que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos están en guerra con Rusia.»
La presión aumentó un poco dos semanas más tarde, cuando el presidente ruso propuso «aclaraciones» a la doctrina nuclear de su país, indicando que una respuesta nuclear sería posible en caso de “lanzamiento masivo” misiles y drones contra Rusia. Otra modificación mencionada: el hecho de considerar como “ataque conjunto” contra Rusia cualquier ofensiva llevada a cabo por una potencia no equipada con armas atómicas, pero sí con “participación o apoyo” de una potencia nuclear.
El Kremlin también puede optar por represalias diplomáticas. El 13 de septiembre, Moscú expulsó a seis diplomáticos británicos estacionados en Rusia. El anuncio fue visto como una señal de advertencia mientras el Reino Unido y la administración Biden debatían si autorizaban los ataques.