En Damprichard, un equipo de voluntarios trabaja para preparar la magia de la Navidad. Quiosco, guardería y chalets para montar, adornos y un árbol gigante, en un ambiente agradable pero a veces marcado por desafíos organizativos.
Damprichard: la magia de la Navidad se apodera de nosotros
los habitantes de Damprichard se están movilizando para prepararse para las fiestas de fin de año. El equipo, formado por una decena de voluntarios, se reúne cada año después del 11 de noviembre para levantar los chalés, el quiosco, la guardería, el árbol gigante y decorar el pueblo. El ambiente es agradable, salpicado de momentos de trabajo y pausas compartidas en torno a un café o un aperitivo.
Montar chalets navideños: tradición y espíritu de equipo en Damprichard
Gilles, Roger, Michel, Christian, Alain, Philon (¡sí, es Philon!) y Jacky están a cargo
Una organización fluctuante pero eficaz
La preparación de la decoración implica un equipo de distintos números, que oscilan entre tres y siete personas, según disponibilidad. Esta fluctuación dificulta a veces la organización, pero el espíritu de solidaridad permanece intacto. Los voluntarios, a menudo jubilados, disfrutan de reunirse y compartir estos momentos que marcan la vida local.
Solidaridad y nostalgia
Si bien el ambiente es mayoritariamente alegre, algunos lamentan la ausencia de un comité de fiesta estructurado, lo que a veces provoca tensiones. Sin embargo, la perseverancia de los voluntarios y su humor aligeran el ambiente, permitiendo que todos encuentren su lugar en este proyecto colectivo, incluso con 3 grados y una brisa helada.
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