Más de mil partidarios de la oposición rusa en el exilio marcharon el domingo en Berlín contra Vladimir Putin y la guerra en Ucrania. Una asistencia limitada para un movimiento debilitado que esperaba resurgir. Los participantes en esta marcha marcharon por el centro de la capital alemana gritando “¡No a la guerra!” », “¡Rusia sin Putin!” » y “¡Rusia será libre!” », antes de terminar frente a la embajada rusa.
Los organizadores estimaron su número en hasta 2.000, mucho menos que en grandes protestas anteriores lideradas por la oposición en Rusia en 2021, incluso cuando Berlín acoge a una multitud de exiliados rusos. Yulia Navalnaïa, viuda de Alexeï Navalny, encabezó la procesión junto con los otros iniciadores de la movilización: Ilya Yashin, ex diputado municipal de Moscú recientemente liberado de prisión, y Vladimir Kara-Mourza, un veterano crítico del Kremlin que sobrevivió a la prisión. y dos intentos de envenenamiento.
“No todos los hablantes de ruso están a favor de Putin”
“Debemos luchar contra el régimen de Putin […]¡Lucha contra esta guerra que Putin ha iniciado contra Ucrania! », exclamó Yulia Navalnaïa a la multitud. “Es importante mostrar que los rusos y los rusófonos no están todos a favor de Putin, sino que también defienden los valores democráticos liberales, que están en contra de la guerra”, testificó una manifestante, Polina Zelenskaïa, una estudiante de 21 años de habla rusa. de Estonia.
Nuestro expediente sobre Vladimir Putin
“Putin no sólo arrebató su país a los ucranianos, también nos arrebató nuestra libertad”, añadió Valéria Alyochina, una rusa de 30 años llegada de Niza. El poder ruso ha erradicado metódicamente cualquier movimiento de protesta en los últimos años, arrojando a cientos, incluso miles, de personas tras las rejas.
Para Ucrania, un “paseo sin dignidad y sin consecuencias”
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se burló el miércoles de los opositores que están “monstruosamente alejados de su país” y cuya “opinión no tiene importancia”. Varios escándalos dentro de la oposición rusa también la han debilitado y han causado frustración entre algunos de sus activistas.
Otra dificultad para la oposición: su reticencia a brindar mayor apoyo a Ucrania, más allá de su exigencia de un “fin inmediato” del conflicto. Ese apoyo podría alejarlo de la población rusa y destruir cualquier esperanza de una futura carrera política en una Rusia post-Putin. La marcha también fue duramente criticada por el embajador de Ucrania en Alemania, Oleksiï Makeïev, quien mencionó en las columnas de Tiempo un “paseo sin dignidad y sin consecuencias”.