¿Qué tiene en común un cincuentón que está recuperando su salud? Dragones y Mazmorras con la nueva edición del juego, un cuarentón que compra Nike Air Max Dn, y un cuarentón que va a ver Gladiador 2 mientras escuchas el nuevo álbum de Linkin Park? Estas personas están en “ahora-stalgia”. Consumen cultura, moda, ocio, con referencias de su infancia y adolescencia, con un toque de nostalgia, pero sin acudir tampoco a ventas de garaje.
Arnaud Baudry d’Asson imaginó un festival para celebrar esta tendencia, al que también encontró un nombre. El Festival Iconic Iconic 80, 90, 00’s, en Carreau du Temple, en París, fue diseñado para permitir a los visitantes redescubrir la cultura pop de estas décadas de culto, a través de exposiciones y eventos. “No tenemos una visión retrospectiva. La idea de redescubrir lo que amamos de aquellos años pero de una forma un poco diferente. »
Patines y látigo crujiente
Pasear por el festival permite sumergirse en multitud de referencias de culto, una especie de Regreso al futuro (además el DeLorean está ahí…) donde el pasado sería más genial que el futuro. Entre habitaciones para adolescentes reconstruidas, máquinas recreativas, anillo patines o prueba de ciegas gigantes, hay suficiente para hacer funcionar tu memoria, ya sea real o fantaseada.
“Lo bueno de la nostalgia son los recuerdos que crea”, dice Yoann, que acudió al festival con sus hijos de 13 y 8 años. Realmente siento que viví el apogeo de Indiana Jones cuando la verdad es que vi las películas cuando era adulto. Pero sigue siendo un marcador virtual de mi infancia porque tenía un látigo, una versión de juguete, y me llamaban Indiana Jones. Lo mismo ocurre con las películas de Star Wars, es mi generación y hoy me encanta, mientras que en realidad, cuando era niño, no me gustaba mucho…”
Una infancia ideal
El otro elemento crucial de la “ahora-stalgia” es, como ocurre con el negocio del pop vintage, la posibilidad de transmisión. Al igual que Yoann, Sébastien, un cuarentón asombrado por las imágenes de Super Mario, vino con sus hijos: “Con la música, los dibujos animados y los juegos de mi época, les cuento a mis propios hijos una especie de infancia ideal. Es un poco mentira pero permite entre nosotros un vínculo, cultural y de ocio, que yo no tenía con mis padres. »
En una época en la que la cultura pop es objeto de investigación académica e incluso de entrada a los museos, se valora celebrar las décadas de 1980 y 1990. Sobre todo porque muchas sagas u obras de aquellos años resurgieron en la década de 1920. Es el caso de. guerra de las galaxias, Gritar o Parque Jurásico. Gladiador Tiene una secuela a más de 20 años de su creación. Sonic, héroe de un videojuego de los años 90, tiene sus películas. Y en la moda el reciclaje también es permanente.
Zidane o Platini
“La virtud de esta tendencia, que queremos aprovechar con este festival, es la posibilidad de unir a personas y generaciones”, afirma Arnaud Baudry d’Asson. Por eso nos tomamos tres décadas. Queríamos hacer algo que no existe. Por todas partes vemos exposiciones verticales a lo largo de una década. Queríamos que hubiera puentes, intercambios, pequeñas batallas también. Estos debates amistosos con mucha mala fe, para defender SU década. Por ejemplo preguntándose si Zidane es mejor que Platini. Si Beyoncé es más icónica que Madonna. Si la Super Nes fuera más increíble que la PS2…”
Nuestro archivo de Cultura Pop
En este pequeño juego de nostalgia más fuerte, a la generación del 2000 le va bien.
« “Son más nostálgicos que los mayores de 30 años”, señala Arnaud Baudry d’Asson. Se han hecho estudios al respecto y en la preparación de la exposición tenemos la confirmación de ello, porque en nuestros equipos hay personas de 24 a 29 años. Esta generación es la que más rápidamente siente nostalgia de su juventud. Tienen una forma de hablar de los dibujos animados y series de su época con amor y pesar. No se arrepienten de una época sino de un momento de sus vidas en el que tenían menos preocupaciones. Esta es una generación que se involucra menos rápidamente en la vida profesional. Donde la generación de los 80 quería irse hacia el futuro, la generación de los 200 quiere seguir siendo niños. » »
El punto común entre estas generaciones sigue siendo el gusto por “remezclar” referencias de culto de su infancia. “Nuestra nostalgia por el presente no se debe precisamente a que antes era mejor”, analiza Arnaud Baudry d’Asson. Creo que se trata más de tomar las cosas y llevarlas a nuestros estándares de la década de 1920. Por ejemplo, decir “Me encantó el puré Mousline pero quiero el puré Mousline de hoy”. Podemos ver claramente que marcas como Playmobil o Renault aprovechan sus catálogos pero ofrecen nuevos modelos. No estamos en el mercadillo ni en la venta de garaje. La gente quiere nuevas historias, pero prefiere conocer a los personajes de antemano. »