Con motivo de su primera llamada en casi dos años, Olaf Scholz y Vladimir Putin reafirmaron el viernes sus posiciones sobre el conflicto ucraniano: la canciller alemana llamó a Moscú a negociar “una paz justa” y el presidente ruso insistió en concesiones territoriales desde Kiev .
Este intercambio enfureció a Ucrania, que lo vio como “un intento de apaciguamiento” hacia Moscú.
Durante esta entrevista de una hora, Olaf Scholz pidió a Rusia que mostrara su “disposición a iniciar negociaciones con Ucrania con vistas a una paz justa y duradera”, según un comunicado de prensa del gobierno alemán.
Vladimir Putin reafirmó que cualquier acuerdo de paz debería reflejar “nuevas realidades territoriales”, según el Kremlin.
Esta es la posición rusa que se repite desde hace meses. Rusia está abierta a negociaciones de paz, pero con “concesiones” desde Kiev: la cesión de los territorios ucranianos que Moscú anexó en 2022 sin controlarlos plenamente. Una situación considerada impensable en Kiev.
La Cancillería aclaró que Olaf Scholz había hablado previamente con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y que volvería a hablar con él tras su reunión con el presidente ruso.
“Las conversaciones con el dictador ruso por sí solas no aportan ningún valor añadido para lograr una paz justa”, criticó el portavoz de la diplomacia ucraniana, Georgii Tykhy, pidiendo en cambio “acciones concretas y fuertes” para obligar a Rusia a la paz.
Aliados informados
Washington, París y Londres conocían la intención de Olaf Scholz de llamar al líder ruso sin que los mensajes hubieran sido “coordinados”, según personas cercanas al presidente francés, Emmanuel Macron.
Berlín “ha asegurado o garantizará” que sus aliados de la UE y la OTAN estén informados de este intercambio, dijo la cancillería.
Olaf Scholz se reunirá el martes con los líderes del G20 durante la cumbre organizada en Brasil y está prevista una reunión de varios jefes de la diplomacia de la UE para el mismo día en Varsovia con motivo de los mil días de la invasión rusa en Ucrania.
En un primer comentario el viernes, el jefe del gobierno polaco, Donald Tusk, celebró el hecho de que Olaf Scholz hubiera dicho a Putin que “nada sobre Ucrania” se haría “sin Ucrania”.
La canciller alemana también reiteró al líder ruso “la determinación” de Alemania y la UE de apoyar a Ucrania “mientras sea necesario”.
La última llamada entre los líderes alemán y ruso fue el 2 de diciembre de 2022, unos 9 meses después del inicio de la ofensiva de Moscú en Ucrania el 24 de febrero de 2022.
Según el Kremlin, que calificó el intercambio de “franco y detallado”, la llamada se produjo “por iniciativa de la parte alemana”.
Desde la invasión rusa, Alemania, el histórico socio energético de Rusia, es el segundo mayor proveedor de ayuda militar a Kiev, después de Estados Unidos.
Pero a pesar de las repetidas solicitudes de Volodymyr Zelensky, el canciller Scholz se negó incansablemente a proporcionar a Kiev los misiles Taurus de largo alcance solicitados por Kiev para defenderse mejor.
Campaña electoral
Este temor a una escalada con Moscú, planteado habitualmente por el líder alemán, le valió también las críticas de algunos de sus aliados europeos, que le reprochan su falta de determinación.
Se suman a las preocupaciones sobre una posible retirada estadounidense de Ucrania tras la elección de Donald Trump a la Casa Blanca, que había prometido resolver el conflicto ucraniano “en veinticuatro horas”, sin detallar nunca su plan.
Por su parte, Olaf Scholz pidió recientemente redoblar los esfuerzos para poner fin diplomáticamente al conflicto, en consulta con Kiev y los aliados de este país.
A mediados de octubre, consideró que había llegado el momento de “hacer todo lo posible –además de apoyar claramente a Ucrania– para encontrar una manera de evitar que esta guerra continúe”.
“Nunca se tomarán decisiones por encima de la cabeza de Ucrania y nunca sin consultar con nuestros socios más cercanos”, aseguró.
El apoyo militar y financiero a Kiev y la política de defensa de Alemania será uno de los temas de la campaña electoral que debería llevar al país a elecciones legislativas anticipadas el 23 de febrero.