Nour Chadi
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11:35 – 4 de junio de 2024
Los marroquíes (y la diáspora) se preparan para la llegada de la temporada de verano. Deberían pagar menos por el combustible, ya que los precios del petróleo empezaron a caer a principios de junio. Queda por ver si las compañías petroleras, a menudo criticadas por sus excesivos márgenes, aceptarán esta reducción porque, lamentablemente, han adoptado la desafortunada costumbre de hacer oídos sordos.
A medida que se acerca el verano, los profesionales y los ciudadanos comunes han comenzado a expresar temores sobre la posibilidad de revivir el escenario de 2022, cuando los precios en los surtidores batieron récords en Marruecos y en otros lugares, contribuyendo a desencadenar la “inflación”.
La trayectoria actual de los precios del petróleo sugiere un verano más indulgente para las billeteras de los marroquíes, sólo para olvidar el dolor del aumento del precio de una bombona de gas. Salvo que se produzca un acontecimiento desafortunado como la guerra en Ucrania o Gaza, pagaremos menos por repostar combustible.
Después de caer el lunes por debajo de los 80 dólares por primera vez desde febrero, el petróleo continuó su caída el martes, acumulando pérdidas de casi el 5,5% en menos de 48 horas, que coincidieron con el inicio de las entregas en agosto.
Reunida el domingo en Riad, la OPEP+ (la OPEP y sus aliados) decidió, no obstante, mantener sus recortes hasta septiembre. Pero el mercado reaccionó de forma contraria a estos anuncios. Los analistas no vieron señales de un probable aumento de la demanda después de esa fecha.
El levantamiento gradual de los recortes de producción deberá producirse a partir de octubre de 2024. Una medida que augura una caída significativa de los precios en 2025.
A finales de 2022, los países productores iniciaron una política de limitación de cuotas para controlar los precios. Algunos miembros fueron más allá al hacer recortes voluntarios. En total, se han retirado de la circulación más de 6 millones de barriles diarios.
