Unidad del ejército paquistaní atacada
Charcos de sangre y mochilas rotas de las que emergen ropas hechas jirones atestiguan la violencia de la explosión. Mohammed Oumer, hospitalizado por sus heridas, se disponía a entrar en la estación para partir en tren hacia su pueblo. “Pero tan pronto como llegamos hubo una explosión y me encontré herido y en el hospital”, dijo a AFPTV. Mohammed Irfan tuvo que ir a identificar los cadáveres de su tío y de otro familiar. “Cuando nos despertamos, supimos que había habido una explosión en la estación”, dice. “Luego descubrimos que mi tío y otro pariente habían ido a la estación a tomar el té”.
El número de víctimas es particularmente alto en Baluchistán, donde los ataques armados y los ataques son frecuentes. En un comunicado, el BLA afirmó que una de sus brigadas atacó “una unidad del ejército paquistaní que regresaba a Punjab a través de la estación de tren después de un entrenamiento en la escuela de infantería”.
El BLA denuncia periódicamente ataques mortales contra las fuerzas del orden y contra paquistaníes de otras provincias. Ataca particularmente a los punjabíes, que constituyen el mayor de los seis principales grupos étnicos de Pakistán y se los considera dominantes en las filas del ejército, comprometidos en la batalla contra los separatistas. A finales de agosto, el BLA se atribuyó ataques coordinados de decenas de atacantes que dejaron al menos 39 muertos, uno de los peores balances en esta región.
Un atentado suicida, según la policía local
La policía dice que está trabajando para determinar cómo los separatistas organizaron esta explosión. “Al principio nos pareció que se había colocado un explosivo escondido en un equipaje abandonado, pero ahora pensamos que se trataba de un ataque suicida”, dijo a los periodistas en Quetta el responsable de la policía local Mohammed Baloch. El primer ministro Shehbaz Sharif denunció a los “terroristas que atacan a personas inocentes” y aseguró que “pagarán un alto precio” tras este ataque.
La explosión se produjo alrededor de las 8:45 horas (4:45 horas en Suiza) en la estación central de Quetta, capital de Baluchistán, donde los pasajeros esperaban en un andén. La agencia oficial APP informa que dos trenes se disponían a partir cuando se produjo la explosión, cerca de un mostrador de venta de billetes.
Baluchistán, la provincia más grande de Pakistán, es también la más pobre de Pakistán, a pesar de sus importantes recursos mineros y de gas, sobre los cuales los separatistas reclaman el control. Muchos de los proyectos de extracción son financiados y operados por países extranjeros, en particular la vecina China, a la que atacan regularmente las facciones separatistas armadas, acusándolas de acaparar riqueza sin compartirla con la población local.