Qatar, un actor importante en el mercado mundial de gas natural licuado (GNL), está intensificando sus relaciones con Japón para garantizar una asociación energética duradera. Esta semana, Saad al-Kaabi, Ministro de Estado para Asuntos Energéticos de Qatar, viajó a Tokio para reunirse con ejecutivos de importantes empresas japonesas. Entre ellos, JERA, Chubu Electric, Mitsui, Marubeni y Kansai Electric, todos consumidores o socios de proyectos de gas qataríes. La reunión tenía como objetivo explorar posibilidades para fortalecer las relaciones energéticas, ya que varios contratos de GNL entre Qatar y Japón expirarán en los próximos años.
Qatar ha sido durante mucho tiempo uno de los principales proveedores de GNL de Japón, pero su participación en el suministro ha disminuido en los últimos años. En 2022, el GNL qatarí solo representó el 4% de las importaciones japonesas de este recurso, frente al 12% del año anterior. Esta caída se atribuye a la decisión de las empresas japonesas de dejar expirar varios contratos con Qatar, por un volumen total superior a los 7 millones de toneladas al año, debido en particular a diferencias en la flexibilidad contractual y a las incertidumbres relacionadas con los objetivos climáticos de Japón para 2050.
Contratos de GNL al final del ciclo
Finales de la década de 2020 y principios de la de 2030 marcan un período clave para los contratos entre Japón y Qatar. Kansai Electric, por ejemplo, verá expirar su contrato de 500.000 toneladas por año en 2027, mientras que JERA, el mayor productor de energía de Japón, verá expirar su contrato de 700.000 toneladas por año en 2028. Para Tohoku Electric, otro comprador de GNL de Qatar, el contrato finalizará en 2030. Tras la visita ministerial, algunos Las empresas japonesas podrían verse tentadas a renovar sus contratos o firmar otros nuevos para estabilizar sus suministros.
Para el economista Takayuki Nogami, de la Organización Japonesa para la Seguridad de los Metales y la Energía (JOGMEC), Qatar podría atraer a Japón ofreciendo asociaciones más flexibles. Sin embargo, según Nogami, el éxito de estas negociaciones dependerá de las discusiones sobre las cláusulas que restringen los destinos y la duración de los contratos.
El papel estratégico del GNL de Qatar para Japón y Corea del Sur
El GNL de Qatar sigue siendo un recurso estratégico para Japón, un país que depende en gran medida de las importaciones para satisfacer su demanda energética. En un contexto geopolítico tenso y de transición energética, las dos naciones podrían fortalecer su cooperación, no sólo en GNL sino también en sectores como las energías renovables y el hidrógeno. Japón también importó 293.598 toneladas de GNL de Qatar en septiembre pasado, lo que representa el 5,4% de sus importaciones totales de GNL del mes.
La gira asiática del ministro qatarí incluyó también una escala en Corea del Sur, donde se reunió con su homólogo coreano, Ahn Duk-geun, ministro de Comercio, Industria y Energía. Las discusiones se centraron en la estabilización del suministro de GNL y las perspectivas de una mayor cooperación, incluidas las energías renovables y el hidrógeno. Con 8,6 millones de toneladas de GNL importadas en 2023, Corea del Sur se encuentra entre los principales clientes de Qatar, aunque el país ha diversificado recientemente sus suministros a Australia.
Proyecto de ampliación del campo de gas North Field de Qatar
Para satisfacer la creciente demanda mundial y las necesidades energéticas de socios como Japón y Corea del Sur, Qatar ha lanzado una expansión masiva de su campo de gas North Field. Se espera que esta iniciativa, dividida en proyectos North Field East, South y West, permita a Qatar aumentar su capacidad de producción de GNL de 77 millones de toneladas a 142 millones de toneladas por año para 2030. Con esta expansión, Qatar busca fortalecer su papel en el sector del GNL y ofrecer alternativas a los mercados asiáticos ante las tensiones geopolíticas.
Japón, que busca seguridad energética en un contexto de transición hacia energías bajas en carbono, podría aprovechar esta expansión para diversificar sus suministros. Sin embargo, la adopción de cláusulas y condiciones más flexibles y adaptadas a los nuevos desafíos climáticos sigue siendo crucial para las empresas japonesas.