Las autoridades de California pidieron el jueves 7 de noviembre la evacuación de miles de personas ante un gran incendio que destruyó decenas de viviendas y continúa agravándose en las colinas del noroeste de la región de Los Ángeles. El incendio Mountain Fire estalló cerca de la ciudad de Camarillo el miércoles. Está ardiendo en una zona donde viven unas 30.000 personas, según los bomberos del condado de Ventura.
Aún se desconoce la causa, pero las llamas se propagaron rápidamente gracias a los fuertes vientos, con ráfagas de hasta 130 km/h. Amenaza a más de 3.500 viviendas y ya ha consumido cerca de 8.100 hectáreas. Actualmente, las autoridades están intentando evaluar el número de viviendas destruidas. Según los medios locales presentes en el lugar, hay decenas de ellos.
Después de dos inviernos lluviosos que proporcionaron un relativo respiro, California está experimentando este año una temporada de incendios muy activa. La vegetación reformada gracias a las precipitaciones de los dos últimos años se ha secado y se convierte en un potente combustible. Este verano, el “Estado Dorado” sufrió varias olas de calor, señales del calentamiento global. En julio-agosto sufrió el cuarto mayor incendio de su historia.
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Bocas de incendio secas
Los bomberos del condado de Ventura dijeron que están dedicando todos sus recursos a este incendio. Los helicópteros arrojaron agua sobre la zona durante toda la noche. Varios cientos de bomberos defendieron las casas con mangueras contra incendios. La lucha contra las llamas es tan intensa que las bocas de riego a las que se conectan los camiones de bomberos se secaron a causa de la demanda el miércoles por la noche.
“Vaciamos los sistemas de agua”explicó el jefe de bomberos del condado de Ventura, Dustin Gardner, durante una conferencia de prensa el jueves. Esto obligó a sus equipos a llevar agua a diferentes domicilios.
Las llamas son impulsadas por los vientos de Santa Ana, ráfagas cálidas y secas del desierto, típicas del otoño en el sur de California. Los servicios meteorológicos locales emitieron una alerta esta semana advirtiendo del riesgo de incendios. Estos vientos deberían perder fuerza gradualmente el jueves, antes de “una disminución” considerable por la noche, explicó el meteorólogo Rich Thompson.
Las compañías eléctricas cortaron el suministro eléctrico a decenas de miles de clientes de la zona, una estrategia común en California durante los fuertes vientos, para reducir el riesgo de nuevos incendios provocados por líneas eléctricas derribadas.
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