Durante su primer mandato, Donald Trump se hizo conocido por su atracción por los autócratas (rusos en primer lugar), su pasión por los golpes políticos (el traslado de la embajada estadounidense en Israel de Tel Aviv a Jerusalén) y su fuerte oposición a China, que consideraba como la amenaza más importante para Estados Unidos. Con motivo de esta reelección, una pregunta arde en boca de todos: ¿qué países, qué jefes de Estado aprovecharán mejor la situación?
Si a Rusia e Israel parece que les va bien con la reelección de Trump, Jean-Sylvestre Mongrenier, investigador del Instituto Francés de Geopolítica (Universidad de París-VIII) e investigador asociado del Instituto Thomas-More, desea matizar: “Caso por caso, la ausencia de una visión global que inspire una política exterior coherente y la inexistencia de directrices podrían debilitar las posiciones y alianzas estadounidenses y, por tanto, obstaculizar el poder de Estados Unidos. »
El papel de Rusia en la elección de Trump en 2016 está bien documentado. ¿Esta vez el Kremlin ha expresado su apoyo al expresidente?
Por el contrario, Vladimir Putin dijo que quería la elección de Kamala Harris, probablemente para añadir confusión a una vida política estadounidense confusa y agitada. En cuanto a las maniobras ocultas de los servicios y agentes de desinformación rusos, están documentadas pero probablemente no fueron decisivas. La victoria electoral de Trump no es
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