El martes 29 de octubre, la víctima, de 49 años, fue encontrada tirada en sangre en la bañera de su casa de Ruffey-les-Echirey.
Dos adolescentes de 16 años, la hijastra de la víctima y su novio, fueron puestos bajo custodia policial por apuñalar a un hombre de 40 años en Ruffey-lès-Echirey (Costa de Francia), indicó sin embargo la fiscalía este jueves. 7 de noviembre.
El fiscal solicitó la acusación y la detención provisional del novio, por asesinato, y de la nuera, por complicidad, indicó el fiscal de Dijon, Olivier Caracotch.
La custodia de los menores, que comenzó el martes tras su detención, debería finalizar este jueves y dar lugar a su presentación ante un juez con vistas a su posible procesamiento.
La víctima yacía sobre su propia sangre.
El martes 29 de octubre, la víctima, de 49 años, fue encontrada tirada en sangre en la bañera de su casa de Ruffey-les-Echirey, a unos veinte minutos al norte de Dijon.
“Gravemente herido en el cuello” y con “varias heridas en la garganta”, el hombre de 40 años falleció pocas horas después en el hospital, afirmó el fiscal en rueda de prensa.
Su nuera, que vivía con la víctima y estaba presente en el momento de la tragedia, pidió ayuda diciendo que había “descubierto” el cuerpo.
Pero la investigación estableció que su novio también estuvo presente durante el incidente y que él habría propinado los golpes fatales. El arma, una navaja de bolsillo, fue encontrada enterrada en un bosque, siguiendo sus instrucciones. El menor “no niega” los hechos pero dice estar “aturdido”, añade el fiscal.
La nuera admitió bajo custodia policial “haber discutido el plan criminal con su novio y haber facilitado su fuga”. Este último había sido recogido en el lugar del crimen por su madre, que había ido a recogerlo. Este último, también puesto bajo custodia policial, fue finalmente exonerado.
El origen del delito sigue siendo desconocido por el momento, al parecer excluidos el robo o el interés fraudulento. Por otra parte, se conoció el “importante desacuerdo” entre la víctima y su nuera, debido “probablemente a una difícil convivencia”, según Olivier Caracotch.