El regreso de Donald Trump a los negocios corresponde al mayor deseo del Primer Ministro israelí. El estadounidense mimó a Israel durante su primer mandato sin preocuparse por los palestinos. En Teherán, por el contrario, no es momento de alegría.
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Periodista de la división Internacional
Por Balduino LoosPublicado el 11/06/2024 a las 16:25
Tiempo de lectura: 2 min
doEs un eufemismo decir que en Israel el Primer Ministro Benjamín Netanyahu se frota las manos. Este momento, esta victoria de su amigo Donald, lo esperaba con impaciencia y emoción desde hacía un año. La víspera optó por aprovechar el suspenso electoral que aún reinaba en Estados Unidos para deshacerse de su ministro de Defensa, Yoav Gallant, culpable de cuestionar la posición de Netanyahu en dos cuestiones clave.
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