En las operaciones asiáticas del miércoles, el dólar se disparó frente al yen y al euro, impulsado por los primeros resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses, en las que Donald Trump parece estar sumando puntos. Habiendo dejado su huella la antigua presidencia de Donald Trump, los mercados ya anticipan una posible reelección y sus impactos económicos.
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Alrededor de las 03:00 GMT, la moneda estadounidense se apreció un 1,71% frente al yen, hasta 154,21 yenes por dólar, y un 1,67% frente al euro, hasta 0,9302 euros por dólar. Esta progresión repentina se ve impulsada por las victorias electorales de Trump en varios estados, incluida Florida, un bastión estratégico y densamente poblado. “Florida, ganada por un margen más amplio de lo esperado, aumenta las expectativas de un desempeño republicano mejor de lo previsto en otras partes del país”analiza Yugo Tsuboi, estratega de Daiwa Securities, citado por Bloomberg.
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Este salto del dólar supone un rápido cambio de rumbo para los inversores, sobre todo porque, la víspera, las encuestas favorables a Kamala Harris, candidata demócrata, habían hecho caer la moneda estadounidense. Con los primeros estados ganados por Trump, el mercado se reajustó repentinamente, dejando entrever las posibles direcciones económicas de una nueva administración Trump: barreras aduaneras reforzadas, recortes de impuestos y mayor desregulación. Esta perspectiva conduciría a una ampliación del déficit público y, a su vez, a un aumento de los tipos de los bonos que fortalecería el dólar.
Una victoria de Donald Trump podría fortalecer el dólar entre un 7% y un 8%
Los analistas del banco MUFG ya anticipaban la volatilidad de la moneda en función de los resultados electorales. Estiman que una victoria de Donald Trump podría fortalecer el dólar entre un 7% y un 8% en comparación con el escenario base. Por el contrario, una victoria de Kamala Harris provocaría, según ellos, una depreciación brutal del dólar, acompañada de un fortalecimiento de las monedas asiáticas, particularmente en las economías orientadas a la exportación, como Japón.
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La reacción inmediata de los mercados refleja la incertidumbre que rodea a estas elecciones estadounidenses, donde los inversores siguen pendientes de cada resultado para ajustar sus estrategias.
