Pedro Sánchez anunció un plan de primeros auxilios de más de 10.000 millones de euros para hacer frente a los daños causados por las inundaciones. Ante la presencia de barro en las zonas del desastre, las autoridades también intentan evitar un riesgo para la salud.
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Al final de una reunión de trabajo, en presencia del Rey de España, Pedro Sánchez anunció un plan de primeros auxilios de más de 10.000 millones de euros para ayudar a los residentes y empresas afectados por las inundaciones.
“La primera fase de este plan de ayuda inmediata para la reconstrucción de la Comunidad Valenciana, es de 10.600 millones de euros. Es un buen primer paso, un paso ágil y ambicioso, con medidas concretas y realistas que ya están en vigor”, declaró el presidente del Gobierno español.
El domingo, durante una visita a una localidad afectada por la catástrofe, Pedro Sánchez y Felipe VI interrumpieron su visita tras recibir barro e insultos de una población enojada.
Las autoridades temen un riesgo para la salud.
Una semana después de este desastre mortal que dejó al menos 219 muertos, los habitantes de la región se sienten abandonados a su suerte.
El barro complica las operaciones de limpieza, pero también el acceso de emergencia a determinadas zonas. Una situación que representa un riesgo y podría tener consecuencias para la salud.
“Meto una bolsa de basura en mis zapatos, pero no aguanta, el barro se mete adentro”explica un voluntario que vino a ayudar a las víctimas.
Un hombre, que temía tener una infección, acudió a ver a un médico en el centro médico de Paiporta, cerca de Valencia.
“El barro contiene heces, animales muertos y lleva días estancado. Por tanto, aumenta el riesgo de infecciones cutáneas y de tétanos”.explica Natividad Sancho, doctora.
Las autoridades españolas, que quieren evitar a toda costa una crisis sanitaria, han publicado una lista de recomendaciones para los residentes.
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