Imágenes verificadas por la AFP el lunes mostraban detonaciones masivas en un pueblo libanés fronterizo con Israel, donde cientos de casas fueron destruidas por el ejército israelí, según un responsable local. Imágenes aéreas publicadas en las redes sociales muestran la dinamitación de más de una decena de edificios en Meiss el-Jabal, en el sur del Líbano.
Siete pueblos volaron por los aires
Espesas setas de humo se elevaron hacia el cielo, lo que atestigua la intensidad de las explosiones. Desde que Israel lanzó una operación terrestre a finales de septiembre en el sur del Líbano, numerosas imágenes tomadas por su ejército desde el aire han mostrado escenas similares en varias aldeas fronterizas, incluida Mheibib, cerca de Meiss el-Jabal. Israel dice que quiere neutralizar a Hezbollah proiraní en el sector, contra el que está en guerra abierta desde hace más de un mes, y alejarlo de la frontera, para permitir el regreso de los residentes del norte que han huido de su incesante fuego durante un año.
Hezbolá, por su parte, acusa al ejército israelí de aplicar “una política de tierra arrasada” y de querer crear una “tierra de nadie” en la frontera. Un vídeo de Meiss el-Jabal muestra enormes explosiones cerca de un hospital, que fue evacuado según el alcalde Abdel-Moneem Choukair. “El 70% de Meiss el-Jabal está destruido”, dijo a la AFP, aunque la localidad cuenta con unas 1.200 casas. “El objetivo del enemigo israelí es la destrucción sistemática” del pueblo, aseguró el alcalde.
Dijo que la aldea había sido abandonada por sus habitantes, pero que cuatro personas, de entre 85 y 90 años, seguían atrapadas allí esperando ser rescatadas por la Cruz Roja y el ejército libanés. En una declaración del lunes, el primer ministro libanés Najib Mikati denunció los “crímenes de asesinato y destrucción” israelíes.
A finales de octubre, la agencia de noticias libanesa Ani enumeró siete aldeas fronterizas donde las fuerzas israelíes dinamitaron casas día tras día. El 26 de octubre, el ejército israelí afirmó haber utilizado “400 toneladas de explosivos” para destruir “un túnel” que albergaba “misiles antitanques” y “cohetes RPG” de Hezbolá en el pueblo de Adaissé, situado en la frontera.
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