Bigote cuidado, figura esbelta y sonrisa agradable, Quincy Jones, fallecido el domingo 3 de noviembre a la edad de 91 años, se encuentra entre los músicos estadounidenses más importantes de la segunda mitad del siglo XX.mi siglo. Famoso por haber producido los grandes éxitos de Michael Jackson y haber orquestado innumerables espectáculos de Frank Sinatra, este destacado músico ha dejado su huella en la historia del jazz, el soul y el pop con su inquebrantable elegancia.
Nacido en un barrio muy pobre de Chicago, Quincy Jones creció en Seattle en una familia mixta disfuncional. El descubrimiento de la música le abrió el camino a una vida como artista desde pequeño. “Cuando tenía 11 años toqué el piano por primera vez. Toqué una sola nota y eso cambió mi vida”, relata en sus memorias, publicadas en francés en 2021. Trompetista, recorrió clubes de jazz y conoció a otros músicos. Aún era menor de edad cuando el contrabajista Oscar Pettiford lo contrató como arreglista para sus composiciones, o cuando Lionel Hampton lo reclutó para dirigir su sección de metales. “Teníamos que tocar toda la variedad del tiempo, Rhythm and Blues, música striptease, polka… Después nos reuníamos y tocábamos bebop toda la noche. Estaba tratando de hacer que todo sonara bebop y Ray Charles me dijo ‘no, tienes que aceptar la música por su alma profunda’. Ha sido una bendición. »
En París, Jones recibió lecciones de composición de Nadia Boulanger, conoció a Stravinsky y Messiaen, se le confió la dirección artística de Barclay Records, colaboró con Henri Salvador y Astor Piazolla…
Como el rey Midas
En la “All-Stars Band” que creó y dirige, el prodigio de Quincy reúne a Charlie Mingus, Milt Jackson y muchos otros. En Estados Unidos, a los 28 años, se convirtió en vicepresidente de Mercury Records y se aventuró fuera del jazz: primero bajo la dirección de su amigo Ray Charles, luego de Peggy Lee. Y se pone al servicio del cantante más popular: Frank Sinatra.
Dedicado a componer y orquestar bandas sonoras cinematográficas (unas cuarenta en total), Quincy Jones, aparentemente poseído por el don del Rey Midas, populariza nuevos artistas. Como George Benson, cuya canción “Give Me The Night” creó.
Tras conocerse en 1978 en el rodaje de la película “The Wiz”, adaptación disco de “El mago de Oz”, Michael Jackson y Quincy Jones entablaron la colaboración más fructífera de la historia del pop: “Off the Wall” (1979). y especialmente “Thriller” (1982) elevó a Michael Jackson al techo del mundo. Además del talento del cantante, recién llegado de los Jackson 5, es el cuidado puesto en cada detalle sonoro de los arreglos y grabaciones lo que hace el poder de estos álbumes.
El año del álbum “Bad” (1985), “Q” reunió – para la canción benéfica “We Are the World” firmada conjuntamente por Jackson y Lionel Ritchie – a toda la élite del mundo del espectáculo: Bruce Springsteen, Bob Dylan. , Tina Turner, Stevie Wonder, Paul Simon, Diana Ross… En la entrada del estudio de grabación, Quincy Jones había colgado un cartel: “¡Por favor, deja tu ego en la puerta! »