NARRATIVO. Muerte del oso Canela asesinado por un cazador: “Era ella o yo”… 20 años después, una tragedia que aún persigue a los Pirineos

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lo esencial
Fue un punto de inflexión en la gran historia de la presencia del oso en los Pirineos: el 1 de noviembre de 2004, el oso Cannelle fue asesinado por un cazador durante una caza de jabalí, en los Pirineos Atlánticos. La tragedia fue considerada un auténtico desastre ecológico porque se trataba de la última hembra de estirpe pirenaica. Una mirada retrospectiva a una muerte que conmocionó a Francia.

Entre las paredes del Museo de Historia Natural de Toulouse (Alto Garona), los restos del animal se encuentran en medio de los pasillos. Hace algunos meses que el oso Cannelle volvió al establecimiento, recordando el difícil recuerdo del 1 de noviembre de 2004. Fue en esta fecha que, sobre Urdos (Pirineos Atlánticos), en el valle de Aspe, apareció el último oso de raza pirenaica. fue asesinado durante una cacería de jabalí. En su momento, la muerte de la niña de 12 años fue considerada un verdadero desastre ecológico.

El 1 de noviembre de 2004fue René Marquèze, un cazador, quien disparó el tiro mortal. El plantígrado terminó su carrera 250 metros más abajo. Se abre una investigación: los Bearnes estaban entonces lejos de sospechar que la muerte del oso pasaría una nueva página en presencia del mamífero en los Pirineos, a costa de muchos años de divisiones y de una feroz maratón legal.

“Era el oso o yo”

Los primeros elementos de la investigación no favorecen al cazador. De hecho, los naturalistas que formaban parte del Fondo de Intervención Ecopastoril (FIEP), estructura encargada del seguimiento de los osos en los Pirineos, habían indicado, dos días antes de la caza, que se habían encontrado restos de excrementos frescos pertenecientes a la osa y a su pequeño de 10 meses. , había sido desenterrado en las alturas de Urdos. Se había realizado un informe sobre la red del “Oso Pardo”: la empresa de caza de Urdos tenía, por tanto, pleno conocimiento de la presencia del plantígrado en la zona. Frente a los investigadores, René Marquèze destacó el comportamiento particularmente agresivo del oso durante su encuentro, afirmando que la hembra había mordido a uno de sus perros.

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Ante la emoción, el gobierno reaccionó rápidamente. Serge Lepeltier, entonces Ministro de Ecología y Desarrollo Sostenible, anunció en enero de 2005 la puesta en marcha de un plan de reintroducción del oso en los Pirineos.

Al mismo tiempo, comienza el maratón jurídico de René Marquèze. En Marte 2008el Bearnais es citado ante el tribunal penal de Pau (Pirineos Atlánticos): acusado de “destrucción de una especie protegida”, la sentencia adquiere el aspecto de un juicio penal. Al timón, el cazador se defiende: “Era el oso o yo”, dice. La jueza de instrucción, Frédérique Loubet, absolvió entonces a René Marquèze, descartando cualquier aspecto “intencional”, provocando la consternación de las partes civiles.

Más de 10.000 euros en daños

Y luego el gran cambio: Septiembre 2009el Tribunal de Apelación de Pau se opuso a la decisión del tribunal penal y consideró que el Bearnais era “enteramente responsable de la muerte del oso Cannelle”. René Marquèze debe pagar 11.000 euros en concepto de daños y perjuicios a siete asociaciones diferentes, así como 3.500 euros en concepto de costas judiciales. En su sentencia, el Tribunal de Apelación de Pau considera que “el grupo de cazadores, y por tanto René Marquèze, sabía desde el inicio de la caza que podía encontrarse con la osa Cannelle y su cachorro en la zona de caza. Pero, a pesar de ello, Los cazadores decidieron continuar la caza.

René Marqueze, ante el tribunal de Pau en 2008.
DDM

Es el Tribunal de Casación el que finalmente decidirá: En junio de 2010René Marquèze debe pagar más de 10.000 euros a asociaciones de defensa del medio ambiente… pero no será reconocido como responsable de la muerte del oso en el aspecto penal.

Además de la cuestión de la responsabilidad del cazador, es la de la sociedad cazadora de Urdos, informada de la presencia del plantígrado en la zona, la que se plantea. La organización no gubernamental WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) ha comprendido muy bien esta cuestión. Desde 2005 se había iniciado paralelamente un procedimiento judicial ante la sala civil del Tribunal Superior de Pau: en 2013la empresa de caza finalmente fue condenada a pagar 50.000 euros en concepto de daños y perjuicios al WWF, pero está protegida por su aseguradora: ningún cazador tendrá que pagar un solo céntimo. Se tomó la decisión de no apelar.

Brian Aiello, 38 años, jefe del laboratorio de taxidermia del Museo.
DDM – NATHALIE SAINT-AFFRE

Los restos de Cannelle fueron finalmente naturalizados por preparadores expertos en el Museo de Toulouse. El oso finalmente fue revelado al público en general en 2013.

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