Animado debate en torno al partido Francia-Israel previsto para noviembre: entre las peticiones de anulación de un diputado y el deseo de mantener el Gobierno, la reunión ya está en llamas incluso antes de celebrarse. Pero al final, ¿se llevará a cabo el partido? Respuesta en unas semanas…
En el centro de la actualidad candente del momento, la celebración del partido de fútbol Francia-Israel, previsto para el 14 de noviembre en el Stade de France, cristaliza tensiones y suscita una ola de polémicas. Mientras que algunos piden pura y simplemente su cancelación, el gobierno preferiría mantenerlo bajo estrecha vigilancia. Sumergirse en el corazón de un caso explosivo.
Un diputado rebelde toma la iniciativa
Es una verdadera piedra en el estanque que ha sido arrojada. Luis Boyarddiputado de La France Insoumise, exigiendo ni más ni menos que cancelación pura y simple de la reunión. Invitado este viernes por la mañana en Sud Radio, el electo no podría haber sido más claro:
No quiero que este partido suceda.
Louis Boyard, diputado del LFI
Para apoyar su petición, Louis Boyard transmitió una petición pidiendo la anulación de este recuento Francia-Israel para la Sociedad de las Naciones. ¿Su principal argumento? “Artículo 4 de los estatutos de la FIFA que explica que deben respetarse los derechos humanos universales”martilló en el micrófono.
El espectro del conflicto palestino-israelí
De hecho, es imposible ignorar el contexto geopolítico particularmente tenso que rodea la celebración de este partido. Como señala Louis Boyard, la guerra que asola la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023 se ha extendido a Líbanodonde el ejército israelí está llevando a cabo ataques aéreos masivos contra el movimiento islamista de Hezbolá desde finales de septiembre.
Un clima de violencia que, para el diputado Insoumis, hace inconcebible acoger a la selección israelí en Francia en un contexto así. Sobre todo porque los propios estatutos de la FIFA prevén el respeto de los derechos humanos, argumento utilizado por Louis Boyard para justificar su solicitud de cancelación.
El gobierno estudia reducir el tonelaje
Desde el punto de vista ejecutivo, sin embargo, no se trata simplemente de cancelar la reunión. Interrogado sobre este tema en BFMTV-RMC, el Ministro del Interior Bruno Retailleau confirmó que “el partido se celebrará en Saint-Denis”aunque admitió que el sistema de seguridad se adaptaría al contexto.
Entre las opciones sobre la mesa, la de un calibre reducido para limitar los riesgos: “Este es un punto que estamos estudiando actualmente”así se deslizó el inquilino de la plaza Beauvau. Aunque descartó la hipótesis de trasladar el encuentro a un lugar más pequeño como el Parque de los Príncipes.
Lo que quería es que no nos trasladáramos (la reunión), por ejemplo al Parque de los Príncipes en el distrito 16 de París, que tiene 48.000 plazas.
Bruno Retailleau, Ministro del Interior
Una cuestión de principios para el gobierno
Más allá de los aspectos de seguridad, la celebración de este Francia-Israel también tiene una dimensión simbólica a los ojos del gobierno. Bruno Retailleau también lo ha recalcado: lo convierte en un “cuestión de principio” que este partido se desarrolle a pesar del clima de tensión.
Una posición firme del ejecutivo, que contrasta con los llamamientos a la cancelación pura y simple lanzados en particular por Louis Boyard. Pero el diputado Insoumis no es el único que se conmueve por la celebración de esta reunión en este contexto.
Una petición que va creciendo
Es un eufemismo decir que la perspectiva de este Francia-Israel no cae bien entre una parte del público. La petición difundida por Louis Boyard, lanzada hace unos días en las redes sociales, ya ha recogido varias decenas de miles de firmas. Prueba de que el tema está lejos de dejar indiferentes a los franceses.
Entre los firmantes encontramos una mezcla de personas anónimas, pero también personalidades del mundo asociativo, cultural o político. Todos coinciden en que mantener este partido en el contexto actual sería, en el mejor de los casos, “falta de discernimiento”en el peor de los casos “una provocación” teniendo en cuenta la situación en Palestina y el Líbano.
El difícil equilibrio de autoridades
Ante esta protesta, el gobierno se encuentra, por decir lo mínimo, en una posición delicada. Por un lado, es difícil ignorar los imperativos de seguridad y el clima de tensión que rodea la celebración de este partido. Pero, por otra parte, cancelar la reunión equivaldría a ceder a las presiones, un precedente peligroso para el ejecutivo.
Es este difícil equilibrio el que el Ministro del Interior, Bruno Retailleau, intenta encontrar, manteniendo la igualdad y considerando adaptaciones como una reducción del ancho de vía. A en el medio que no convence los oponentes más decididos de esta reunión, pero que al menos tiene el mérito de existir.
¿Qué futuro para este Francia-Israel?
Faltando poco más de un mes para que arranque este partido de alto voltaje, queda una pregunta: ¿finalmente se llevará a cabo? Si el gobierno parece decidido a mantener a toda costa la reunión prevista para el 14 de noviembre, la presión popular y mediática no ha disminuido.
Los llamamientos a manifestarse el Día D aumentan en las redes sociales y algunos no dudan en amenazar con perturbar el buen desarrollo de la reunión. Un activismo que preocupa a las altas esferas, de ahí la opción de un ancho reducido que estudia activamente el Ministerio del Interior.
Una cosa es segura: este Francia-Israel ya ha entrado en otra dimensión, lejos de ser consideraciones únicamente deportivas. Hasta el punto de cristalizar todas las tensiones del momento y convertirse en un verdadero cuestión política. Ahora queda por ver quién, el Gobierno o los que se oponen a la celebración del partido, acabará ganando en este enfrentamiento que apenas empieza. Respuesta en un mes…