La celebración del partido Francia-Israel en el Stade de France el 14 de noviembre es controvertida. A pesar de una petición que pide su cancelación, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, quiere tranquilizarse sobre las medidas de seguridad y asegura que la reunión se celebrará. Un desafío para las autoridades ante los riesgos…
Es un partido de fútbol que promete estar bajo alta tensión. El 14 de noviembre, la selección francesa deberá enfrentarse a Israel en el Stade de France por la 5ª jornada de la Liga de las Naciones. Un partido con un contexto geopolítico explosivo que suscita una acalorada polémica en Francia. Pero a pesar de los llamamientos al boicot, las autoridades aseguran que el partido se desarrollará según lo previsto.
Un partido divisivo entre Francia e Israel
Si bien la venta de entradas ha comenzado, una petición lanzada por la Asociación Francia Palestina de Solidaridad ha encendido el debate en los últimos días. Retransmitido por el diputado del LFI Louis Boyard, exige pura y simplemente la cancelación de este partido de vuelta Francia-Israel. Los firmantes piden a la Federación Francesa de Fútbol y a la UEFA que adopten una posición contra “la política israelí de colonización y apartheid” excluyendo a la selección israelí de las competiciones internacionales.
Pero el ejecutivo no tiene intención de ceder ante estas presiones. Interrogado en BFMTV, el Ministro del Interior, Bruno Retailleau, confirmó sin rodeos que “la reunión se llevará a cabo”. En aras del mantenimiento del orden público, el ministro quiere creer que este partido podrá celebrarse en buenas condiciones a pesar de la oposición.
Un sistema de seguridad “extremadamente reforzado”
Asegurar un evento de tan alto riesgo representa un inmenso desafío para las fuerzas del orden. Según una fuente cercana al asunto, el partido se jugará bajo máxima vigilancia con un “sistema de seguridad extremadamente reforzado” tanto dentro como alrededor del recinto dionisíaco. Objetivo: evitar cualquier desbordamiento.
“Vamos a adaptar el sistema de seguridad, es un punto que estamos estudiando actualmente”, especificó Bruno Retailleau.
Bruno Retailleau, Ministro del Interior
No se excluye una reducción del número de espectadores en este estadio con cerca de 80.000 asientos. Se hará todo lo posible para garantizar la seguridad de todos durante este partido candente.
El mensaje político de Francia en juego
Más allá del aspecto puramente deportivo, el conjunto franco-israelí tiene cierta importancia diplomática. Al negarse a ceder a las presiones de los propalestinos, el gobierno francés envía un mensaje a la escena internacional: el de negarse a mezclar deporte y política. Una posición que no es unánime pero que el Ministro del Interior defiende con uñas y dientes.
“Estamos en Francia. Debemos poder hacer respetar el orden público”, insiste Bruno Retailleau.
Bruno Retailleau, Ministro del Interior
Ahora queda transformar la prueba de campo organizando un evento que esté a la altura de los desafíos. El 14 de noviembre, todas las miradas estarán puestas en el Stade de France. Esa noche los Bleus jugarán mucho más que un simple partido de fútbol.