El innovador proyecto de un sistema ferroviario lunar, apoyado por la agencia espacial estadounidense NASA, bien podría dar una visión futurista a nuestro satélite natural a partir de 2030. Equipada con robots levitantes autónomos, esta tecnología podría revolucionar el transporte de cargas en la luna, gracias a un sistema similar al transporte de mercancías.
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Un proyecto financiado por la NASA
Entre los seis proyectos seleccionados por la NASA para su programa NIHAC, o NASA Innovative Advanced Concepts, uno llamó especialmente la atención: el proyecto de un sistema ferroviario en la Luna. Fue el 2 de mayo cuando la prestigiosa agencia espacial anunció la financiación de este estudio, liderado por ingenieros subvencionados. A cada proyecto seleccionado se le asigna una dotación de 600.000 dólares para desarrollarse durante un período de dos años. Tras esta etapa, los estudios más prometedores podrían recibir financiación adicional, con la ambición de convertirse en una futura misión aérea espacial por derecho propio.
Robots autónomos para transporte de cargas
Titulado “Levitación flexible sobre una pista” o “FLOAT”, este proyecto futurista tiene como objetivo desarrollar robots autónomos responsables de transportar cargas útiles a la superficie lunar. El objetivo no es mover astronautas, como podría hacer una red de trenes, sino crear un sistema similar a un FRET o a unos carros mineros para transportar el equipamiento necesario para las operaciones diarias de una base lunar.
La tecnología en estudio se basa en robots magnéticos que levitan sobre una vía flexible, colocada en el suelo, que actúa como un carril. Diseñada con una capa de grafito, esta película asegura la levitación diamagnética de los robots. Una segunda capa de circuitos flexibles controla su movimiento con empuje electromagnético y una tercera capa de panel solar proporciona energía a la base cuando se expone a la luz solar.
Levitación para reducir el desgaste.
Esta tecnología ofrece varias ventajas sobre los sistemas de transporte tradicionales. De hecho, los robots FLOAT no tendrán partes móviles y se desplazarán sobre la superficie lunar, evitando así el desgaste debido al polvo lunar. Por tanto, este concepto mejora enormemente la eficiencia y la sostenibilidad del sistema de transporte.
Se prevén dos aplicaciones principales para estos robots: podrán transportar cargas útiles hacia y desde la base lunar, pero también regolito, es decir, suelo y rocas lunares, necesarios para las actividades de la base.
Transporte optimizado para misiones lunares
Según las proyecciones del estudio de la NASA, cada robot FLOAT podría transportar hasta 100 toneladas de cargas al día a una velocidad superior a 2 km/h, una velocidad significativa en el entorno lunar. Otro punto fuerte reside en su despliegue, que requiere poca preparación y puede adaptarse según las necesidades de la misión. Incluso en terrenos accidentados, estos robots seguirían siendo robustos para satisfacer las necesidades de la base.
Estos robots, que se pueden utilizar de forma flexible, ofrecen una autonomía prometedora para el programa Artemis de la NASA, cuyo objetivo final es instalar hombres en la Luna. Quizás esto sea sólo el comienzo: ¿qué otros usos podemos imaginar para esta tecnología innovadora?
