El miércoles 8 de mayo por la mañana, mototaxis de la localidad de Beni, en la provincia de Kivu Norte, declararon un día sin taxis, en respuesta al asesinato de uno de sus compañeros.
Las principales arterias de la ciudad, incluido el bulevar Nyamwisi en dirección al aeropuerto Mavivi, fueron bloqueadas por barricadas levantadas por manifestantes para expresar su ira por la matanza que se produjo durante la noche del lunes al martes.
A pesar de las repetidas intervenciones policiales para desmantelar las barricadas, los jóvenes continuaron levantando otras nuevas, exigiendo pagos a los conductores de vehículos privados para poder pasar.
Estas protestas provocaron dificultades para viajar a muchos funcionarios y estudiantes de Beni, que tenían dificultades para llegar al trabajo o a la escuela.
Algunos mototaxis, resistentes a la consigna de la manifestación, fueron víctimas de acoso por parte de sus compañeros.
Los manifestantes, presentes durante el funeral del taxista asesinado en el distrito de Boikene, intentaron obstaculizar el paso de un convoy de la MONUSCO que se dirigía a la base de Mavivi.
La policía tuvo que realizar disparos de advertencia para permitir que el convoy de la ONU continuara su viaje con total seguridad, según indica un comunicado del ejército.
No se registraron heridos ni daños materiales tras estos disparos de advertencia, precisa la misma fuente.
